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JUICIO

Un condenado por violencia de género en Zamora: "Cojo a la niña y me tiro por la ventana"

El zamorano no podrá aproximarse a la hija de dos años ni a su exesposa, ni comunicarse con ellas durante los próximos dos años

El fiscal de violencia de género de Zamora, Evaristo Antelo, en el Juzgado de lo Penal. S. A.

Al mes del divorcio llegó la amenaza"Un día me voy a tirar por la ventana cuando esté con la niña y me llevo conmigo". No era la primera vez que el padre de la menor de dos años y medio de edad profería esta grave advertencia a quien había compartido con él 20 años de matrimonio, unión de la que nació otra hija que tiene 18 años.

Pero ese día, el 22 de julio de 2022, el condenado, de iniciales A.L.L., agregó "hoy es el día, hoy es el día con actitud agresiva" y tras tomarse una cerveza, según el testimonio de la denunciante, que le recriminó su conducta. La víctima de violencia de género le replicó que "por eso hemos llegado donde estamos", es decir, al divorcio.

Su exmujer manifestó en el Juzgado de Violencia de Género que él bebía habitualmente, pero que a raíz del divorcio lo hacía continuamente, y que le entregaba a la niña "completamente borracho".

El denunciado admitió haber cometido dos delitos de amenazas, uno de ellos contra su hija menor de edad por manifestar su intención de quitarse la vida lanzándose al vacío con la niña en brazos; y otro, por la que dirigió a su exmujer, hechos que también reconoció en el Juzgado de lo Penal de Zamora y que sustentan la condena.

La magistrada le ha impuesto, finalmente, 62 días de trabajos en beneficio de la comunidad, dos años de alejamiento y otros tantos de prohibición de comunicarse por ningún medio o método, ni por terceras personas con ninguna de las dos víctimas. El Ministerio Fiscal había pedido dos años de cárcel (uno por cada delito de amenazas), si bien optó por solicitar los trabajos en beneficio de la comunidad y el alejamiento tras llegar a un acuerdo con el abogado de la defensa y ante la actitud de la denunciante que buscaba primar la seguridad de la niña y de ella misma con las órdenes de alejamiento.

"Zorra, te voy a arruinar la vida"

Antes de escuchar las amenazas por las que se le ha condenado, la madre de la menor tuvo que soportar que su exmarido le vejara con insultos como "zorra" para advertirle, también, de que "te voy a arruinar la vida como tú has hecho conmigo", en referencia a la tramitación del divorcio, y manifestar que "te odio".

El hombre, al reconocer los hechos que le imputaba el fiscal de Violencia de Género admitió los insultos hacia su expareja, así como que había intentado tomar en brazos a la niña el día del altercado sin que la madre se lo permitiera porque "había ingerido bebidas alcohólicas", por lo que consideró que "no estaba en condiciones de coger a la hija", explicó la denunciante.

La víctima sostiene haber sufrido vejaciones e insultos durante el matrimonio, si bien nunca le había denunciando por violencia de género por maltrato psicológico, por lo que el procesado carece de antecedentes penales.

Controlador y con adicción al alcohol

El condenado "comenzó a insular y a amenazar constantemente" a la víctima de violencia machista durante el mes posterior al divorcio, indicó ella. La hija mayor de edad confirmó que su padre "consume alcohol en exceso" y que "llega a estar bebido cuando le corresponde estar con su hermana".

La mujer relató que su exmarido se volvió controlador tras separarse. Le mandó varios mensajes en los que le decía "te lo estarás pasando muy bien, estás a gusto ahora, me estás jodiendo la vida". Ella le llamó para que le explicara por qué le enviaba esos textos. Al no obtener respuesta, fue a verle al trabajo con la hija menor, momento en el que su exmarido reiteró las amenazas que le han valido la condena.

Un divorcio de mutuo acuerdo

El matrimonio tuvo un divorcio de mutuo acuerdo, en el que se estableció un régimen de visitas que permitía al padre tener consigo a la hija que habían tenido dos años atrás. Un acuerdo que, al parecer, no satisfizo al condenado, ya que días antes de abandonar el domicilio familiar verbalizó la amenaza de tirarse por la ventana con la niña.

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