El finísimo olfato de un perro antidroga de la Guardia Civil marcó el pasado sábado, en el Puerto de Palma, la maleta de un turista belga recién llegado a la isla en el buque procedente de Barcelona. Tras registrar su equipaje, depositado en un autobús, los agentes del instituto armado encontraron seis paquetes con sustancias estupefacientes: dos kilos de cocaína y otros dos de metanfetamina. El propietario de la misma, un hombre de 35 años de nacionalidad belga, fue detenido por un presunto delito contra la salud pública.

Los hechos se produjeron el pasado sábado 20 de abril en los controles rutinarios de la Guardia Civil en el Puerto de Palma, sobre vehículos y pasajeros que llegan en diferentes ferrys a Mallorca. Este dispositivo está compuesto por efectivos de la Unidad de Análisis e Investigación Fiscal y Fronteras (UDAIFF), y los guías caninos con sus perros del Grupo Cinlógico. Estos efectivos tienen como prioridad perseguir el tráfico de drogas, el contrabando y otros delitos fiscales.

Así, cuando los agentes de la Guardia Civil se dedicaban a verificar un autobús con pasajeros recién llegados a Mallorca en un buque procedente de Barcelona. un perro antidroga marcó una maleta. Esta había sido depositada en el maletero del vehículo. Dado que el equipaje era susceptible de contener sustancias estupefacientes, los efectivos del instituto armado localizaron a su propietario, un hombre de 35 años de nacionalidad belga, para efectuar la apertura del mismo en su presencia. La sospechas no tardaron en confirmarse. En el interior hallaron seis paquetes con narcóticos. De estos, dos kilos eran de cocaína y los otros dos de metanfetamina. A continuación el dueño de dicha maleta fue detenido por un presunto delito contra la salud pública.

Las unidades fiscales y de fronteras de la Guardia Civil actúan en puertos y aeropuertos en estrecha colaboración con los efectivos del Servicio de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria para perseguir los delitos que se cometen en las principales vías de acceso a Mallorca. Entre estas tareas, una de las primordiales es la persecución del tráfico de drogas.