Doce personas fueron juzgadas ayer en la Audiencia Provincial por un alijo de 4,5 kilos de cocaína incautado en Palma y Madrid. La Fiscalía sostiene que los sospechosos formaban una banda que introducía en Mallorca importantes partidas de esta droga para luego venderla en la isla simulando ser repartidores de comida a domicilio. El ministerio público reclama para ellos sendas condenas de nueve años y tres meses de cárcel.

Solo uno de los encausados reconoció los hechos en el juicio e implicó a otros tres sospechosos; el resto negaron ante el tribunal todos los cargos. La vista continuará la próxima semana con las declaraciones de los investigadores.