Durante el régimen de visitas a su hija de ocho años, dos veces entre semana y los fines de semana, un padre habría aprovechado para agredir sexualmente a su hija. La Fiscalía pide para el procesado 15 años de prisión. El juicio se celebrará el próximo martes en la Sección Primera de la Audiencia de Palma.

Las presuntas agresiones sexuales a la menor se habrían prolongado durante tres años. En concreto desde que esta tenía ocho años hasta que cumplió 11. El progenitor tenía asignado un régimen de visitas de dos tardes entre semana y los fines de semana.

De acuerdo con el escrito de acusación del Ministerio Público, el procesado, de nacionalidad portuguesa, habría aprovechado estos encuentros para comportarse de manera violenta con su hija. Así, el fiscal abunda que el individuo amenazaba a la menor con los supuestos «problemas» que podría tener de no acceder a sus pretensiones sexuales. Para intimidar de mayor manera a la víctima, no dudaba en golpearla o en arrojarle objetos. Una vez sometida, el progenitor consumaba la violación.

Prohibición de acercarse a la menor durante 25 años

El fiscal considera estos hechos constitutivos de un presunto delito continuado de agresión sexual. Por este motivo pide para el procesado 15 años de prisión. También reclama la prohibición de acercarse a menos de 500 metros a su hija durante 25 años y que la indemnice con la suma de 70.000 euros por los daños morales causados.

Por otro lado, el fiscal pide 12 años de prisión por un presunto delito continuado de agresión sexual a la hermana menor de su pareja, cuando esta contaba con 14 años de edad. También solicita la prohibición de acercarse o de comunicarse con la menor durante diez años y pide que la indemnice con 30.000 euros.