Carlos Aranda, el edil por Ciudadanos en el Ayuntamiento de Teruel que fue detenido tras una denuncia de abusos sexuales el pasado domingo, renunció este martes por la mañana a su acta como concejal. El día anterior, la alcaldesa popular Emma Buj se la reclamó tras conocer los hechos, si bien la decisión solo estaba en la mano de este político.

En un comunicado emitido por la formación que le ha suspendido temporalmente de militancia, CS informa de que Carlos Aranda ha decidido presentar su renuncia como concejal del Ayuntamiento de Teruel a la vez que "reitera su inocencia" y considerando que "la mejor forma de defender su honorabilidad y afrontar este proceso judicial es hacerlo al margen de la institución y del grupo municipal de Ciudadanos".

Aranda fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía, después de que un joven de 20 años saliera de su casa corriendo y acudiera a comisaría para contar lo ocurrido. Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, del grupo Prensa Ibérica, el denunciante y el edil se habrían conocido en un bar de la capital, donde entablaron unas primeras palabras, volviendo a verse en otro lugar. Fue ahí donde, al parecer, se intercambiaron los teléfonos móviles. Pasaron las horas de la madrugada y fue en ese momento, sobre las 06.00, cuando el denunciante acudió a la casa del concejalSegún explicó este joven, Aranda le tocó sin su permiso los genitales.

Un relato que llevó a los agentes a trasladarse a la vivienda del político y proceder su detención. Ante los agentes alegó que el veinteañero "ni tan siquiera había subido a su domicilio", si bien acabó retractándose en el acto por las conversaciones entre ambos por WhatsApp. 

Una contradicción que el magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Teruel calificó de "mendaz" y que incidió en que el concejal "engañó al joven para que fuera a su casa, bajo pretexto de darle cobijo donde dormir o pasar la noche, para posteriormente mantener relaciones sexuales no consentidas, prevaliéndose de la ingesta de alcohol de este último, a quien una vez en su domicilio y tras empujarlo contra su cama le hizo los tocamientos en los genitales y glúteos por debajo del pantalón". Cuando se fugó de la vivienda, el concejal no paró de llamarle telefónicamente, incluso en presencia policial.

Por todo ello, el juez decretó la libertad provisional como medida cautelar una orden de alejamiento para que no pueda aproximarse a la víctima a menos de 300 metros, así como que no pueda contactar con él de ninguna forma. Tampoco podrá acercarse a la localidad turolense en la que reside el denunciante y que este diario omite el nombre para preservar el anonimato de la víctima.