Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Investigación judicial

Las marcas repudian a Alves tras ser acusado de agresión sexual

El club mexicano Pumas le reclama 4,5 millones de euros por una cláusula de conducta de su contrato

Dani Alves, con la camiseta de Pumas. Reuters

Las marcas y empresas que hasta ahora apoyaban y patrocinaban la carrera futbolística de Dani Alves le están retirando la confianza por su encarcelamiento en la prisión de Brians 2 (Sant Esteve de Sesrovires) como presunto autor de la agresión sexual a una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona el pasado 31 de diciembre. Una de las compañías que ha roto la relación con el jugador es una brasileña de servicios financieros, mientras que otras dos empresas han dejado en suspenso los contratos, según las fuentes consultadas por El Periódico de Catalunya, del grupo Prensa Ibérica. Adidas no ha renovado el acuerdo que tenía con el jugador y que finalizó el pasado 18 de enero, después del Mundial de Qatar, cuando ya era conocido que un juzgado de Barcelona estaba investigando al astro brasileño.

A esa pérdida de ingresos se le suma otro problema. El Club Nacional AC Pumas de México ha abierto un nuevo frente de conflicto para Alves. El equipo despidió al jugador brasileño a raíz de su detención y entrada en la prisión tras la denuncia por presunta violación y, además, le reclama una indemnización por incumplir los términos de conducta en el contrato que firmó el pasado año con el club mexicano.

Acciones ante la FIFA

El portal brasileño UOL Sporte ha publicado que el día 20 de enero, cuando fue arrestado por los Mossos y conducido a prisión, el club mexicano envió un correo al futbolista, en el que se le comunicó la rescisión de su contrato, como se conoció en su momento, y también se le reclamó una indemnización por 4,5 millones de euros.

Según el medio brasileño, que ha tenido acceso al 'e-mail', el club se ampara en la cláusula en la que se habla de casos de dopaje, "de cualquier escándalo que se haga público" o de “cualquier acto que sea considerado delito según la legislación del país en el que haya tenido lugar". "El jugador está irremediablemente obligado a reembolsar al club el pago de la indemnización prevista en la cláusula decimoquinta del contrato, por cinco millones de dólares libres de todo impuesto o retención", afirma el correo electrónico del Pumas. Si Alves rechaza el abono de esa indemnización, el club mexicano se reserva el derecho de emprender acciones ante la FIFA u otras jurisdicciones.

Otras empresas

El abogado defensor de Alves, Cristóbal Martell, exponía en su recurso contra el auto de prisión que ya "son varias las compañías" y "serán más durante los próximos días y semanas" las que han rescindido los contratos de patrocinio, publicidad e imagen que tenían suscrito con Alves. Hygia Saúde, empresa de servicios financieros y seguros de Brasil, ha roto el acuerdo con el jugador y la firma 1xPartner (apuestas deportivas) ha dejado en suspenso el patrocinio del futbolista como embajador de la marca (también lo ha borrado de sus anuncios y redes sociales) hasta que no acabe el proceso judicial. La misma medida adoptó la sociedad Ethika (marca de ropa).

En la documentación aportado por la defensa en el juzgado, se incluyen las notificaciones remitidas al jugador por estas mercantiles. El director internacional de Ethika expresó en un correo electrónico: "Esto implica que no realizaremos ninguno de los pagos acordados para este 2023 y posteriormente hasta que Dani esté libre de carga". El abogado de Alves sostiene que los ingresos del jugador se han visto reducidos de forma considerable y que, por lo tanto, su capacidad económica ha menguado. Uno de los argumentos de la jueza para encarcelado fue que los bienes que posee el jugador le permite vivir en cualquier país del mundo y, por lo tanto, existía riesgo de fuga.

El contrato de Pumas en poder del juzgado consta que el deportista percibía mensualmente unos 300.000 euros (el jugador aseguró primero que era al año y rectificó cuando la togada le avisó de que no era así). Al ser preguntado por otros posibles ingresos, Alves admitió que cobra por derechos de imagen entre 30.000 y 50.000 euros cada tres meses, un dinero que a partir de ahora no percibirá en su totalidad. Sin embargo, el brasileño cuenta con otros negocios y empresas, así como propiedades, según se desprende de la investigación judicial. Alves cuenta con una empresa radicada en Sant Just Desvern (Barcelona) sobre explotación de derechos de imagen. Años atrás invirtió también en restauración.

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