Un joven fue condenado ayer por un falso aviso de bomba en la sede del PP de Palma en mayo pasado, que obligó a desalojar el edificio, acordonar la zona y movilizar a equipos especializados de la Policía Nacional. El acusado se declaró autor de un delito de desórdenes públicos por el que aceptó pagar una multa 1.080 euros e indemnizar al partido político con otros 2.000. Además, deberá abonar también un compensación por el despliegue de las fuerzas de seguridad que provocó.

El procesado reconoció los hechos en un juzgado de lo penal tras el acuerdo de conformidad alcanzado entre su abogado, Antoni Bennàssar, el letrado del PP, Eduardo Luna, que ejercía la acusación particular, y la fiscal. En el pacto pesaron los informes médicos que concluyen que el joven padece un trastorno psiquiátrico.

Los hechos ocurrieron pasado el 23 de mayo de 2022. Poco antes de las cuatro y media de la tarde, el joven llamó al 012, teléfono de atención al ciudadano, alertando de que había una bomba en la sede del PP de Palma. Durante la conversación con la operadora, que se prolongó durante siete minutos y medio, dijo que el partido conservador había «robado mucho dinero» y que iba a poner la bomba «para que no robaran más».

El aviso generó una gran movilización de la Policía Nacional. Los agentes acudieron rápidamente a la sede del PP, en la calle Palau Reial, la desalojaron y acordonaron la zona. Además de varias patrullas, se movilizaron efectivos de la Brigada de Información, técnicos especialistas en desactivación de explosivos y guías caninos. Los policías inspeccionaron a fondo el inmueble y comprobaron que no había ningún artefacto explosivo.

La investigación abierta para aclarar la autoría del falso aviso de bomba culminó en pocos días. El 1 de junio fue detenido el joven, de 23 años y sin antecedentes penales hasta ahora. Los informes médicos aportados por la defensa evidencian que padece un trastorno psiquiátrico vinculado al consumo de drogas, según explicaron fuentes conocedoras del caso.