Tres jóvenes de origen argelino -de 20, 24 y 34 años- amenazaron de muerte a los trabajadores de un establecimiento del barrio palmesano de Son Gotleu. Uno de ellos trató de amedrentarles colocándoles un destornillador en el cuello y advertirles de que les mataría. La Policía Nacional les ha detenido por los presuntos delitos de amenazas, reclamación policial, obstrucción a la justicia y quebrantamiento de medida cautelar.

Los hechos tuvieron lugar la tarde del pasado sábado en Son Gotleu. Una llamada al 091 alertaba de que un hombre amenazaba a los trabajadores de un establecimiento de Palma con un destornillador en el cuello. Una patrulla policial acudió al lugar con celeridad.

Los agentes se entrevistaron con los trabajadores y otras personas allí presentes para tratar de reconstruir lo ocurrido. Todos ellos coincidieron en señalar que un joven se había personado en el lugar y les había amenazado de muerte con un destornillador en el cuello. El motivo era que les instaba de esta manera a que retirasen la denuncia interpuesta contra un amigo suyo.

Tras una batida por las inmediaciones, los agentes localizaron al sospechoso. Tras identificarle, los policías le detuvieron por un presunto delito de amenazas graves y obstrucción a la justicia.

Unos instantes más tarde, los policías observaron a un trabajador de dicho establecimiento de Son Gotleu, que se encontraba discutiendo acaloradamente con otro individuo. A continuación los agentes se entrevistaron con el empleado y este les manifestó que el hombre allí presente le había amenazado de muerte. De hecho este le habría dicho que le degollaría en cuanto cerrara el local.

A continuación los policías identificaron a este sujeto. Este aprovechó para coger un móvil de sus pertenencias e intentar desprenderse disimuladamente de él. Los agentes se percataron de sus movimientos y le intervinieron el terminal. El joven se excusó y dijo que se lo había comprado a un amigo. En la pantalla aparecia la foto de un niño y no pudo confirmar que tuviera algún tipo de parentesco con él. A este individuo le constaba una búsqueda policial por allanamiento de morada, por lo que fue detenido.

Mientras los policías procedían a su arresto, otro hombre que estaba en la vía pública comenzó a insultar a un trabajador del establecimiento. La víctima le identificó como la misma persona que le había amenazado el día anterior. Este individuo tenía en vigor una orden de alejamiento de la víctima por lo que fue detenido por quebrantamiento de medida cautelar. Acudió al lugar porque le habían llamado sus amigos. Había sido arrestado el jueves 19 por un delito de daños y quebrantamiento de medida cautelar, el 20 por amenazas y el 21 por incumplir dicha medida dictada por el juez A todos les constan numerosos antecedentes policiales.