Una disputa ideológica entre tío y sobrino desencadenó el crimen de este último en el domicilio que compartían en Inca. Al nombrarle la víctima a su madre, casada con su padrastro, este se abalanzó sobre él y le habría causado la muerte por sofocación. Estos hechos se desprenden del visionado de un vídeo este martes en la Audiencia de Palma, grabado durante la reconstrucción del crimen. El abogado defensor del procesado se ha adherido a la petición del fiscal y ha solicitado que sea juzgado por un presunto delito de homicidio.

En el transcurso de la segunda sesión del juicio que se celebra en la Audiencia de Palma, se ha visionado un vídeo grabado durante la reconstrucción del crimen de un sobrino a su tío. En las imágenes han quedado en evidencia las diferencias irreconciliables entre uno y otro. Al parecer el fallecido, de 78 años, era de religión mormona y, según el acusado de acabar con su vida, era "muy de extrema derecha". Una jueza y varios investigadore de la Policía Judicial de la Guardia Civil presencian la exposición del entonces detenido sobre cómo acabó con la vida de su familiar.

El crimen del sobrino, de 60 años, a su tío, de 78 años, se cometió la mañana del 23 de febrero de 2021 en un domicilio de Inca. No obstante no fue hasta el día siguiente cuando el ahora procesado lo confesó a la Policía Local de Inca. Agentes de la Guardia Civil y la comisión judicial acudieron al levantamiento del cadáver. En la grabación tomada durante la reconstrucción de los hechos, el encausado da todo lujo de detalles sobre las continuas desavenencias que arrastraban los dos en una convivencia tóxica a todas luces.

"Me decía cosas como que las mujeres han nacido para tener hijos. También me insistía en que quitan el trabajo a los hombres y que yo tenía que darme cuenta", expuso el ahora procesado a los presentes durante la diligencia de la reconstrucción del crimen. En esos momentos el presunto autor de la muerte de su tío precisó que el estallido violento se produjo cuando su familiar mentó a su madre.

"¡Cállate!" y "¡cállate ya!" son las palabras que reconoció el acusado que pronunció antes de abalanzarse sobre su tío. A continuación le taponó las vías respiratorias. Desde el salón le fue empujando hasta el dormitorio. Tras tumbarle sobre la cama y presionar con fuerza la nariz y la boca de la víctima, esta falleció. "Ahí ya me di cuenta de que lo había matado. Le puse una almohada, le quité las botas y le tapé con la sábana. Después me senté a fumar", precisó.

Durante la vista celebrada este martes, una forense ha hecho hincapié en la situación de vulnerabilidad del anciano. Para ello ha aludido a un viejo accidente que había sufrido años antes. "Pudo contribuir a que tuviera menos capacidad para repeler la agresión", ha puntualizado. Asimismo, la facultativa ha precisado que para que sobreviniera a la víctima la muerte por asfixía debería haberle cortado el aire durante varios minutos. Las huellas del ataque quedó en la fuerte compresión de la nariz y de la boca.

El fiscal solicita, en principio, para el acusado una pena de 12 años por un presunto delito de homicidio con la atenuante de confesión del crimen. Mientras que el abogado defensor del procesado ha anunciado su intención de adherirse a la petición del ministerio público, pero no ha adelantado la cantidad de años que solicita para su cliente.