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Tribunales

Un hombre que violó a su hermana en Asturias, excarcelado por la ley del 'solo sí es sí'

La Audiencia reduce de seis años y medio a cuatro años la condena a José Antonio M. H., de 61 años

José Antonio M. H., en otro juicio. LUIS VEGA

La sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias ha reducido en dos años y medio la pena que se impuso en 2019 a José Antonio M. H., de 61 años, por violar a su hermana en un piso de la de la calle Luis Braille de Lugones. José Antonio M. H. había aceptado una condena de seis años y medio de prisión, pero con la entrada en vigor de la ley del "solo sí es sí", es preceptivo que se le reduzca la pena a cuatro años. Encarcelado desde diciembre de 2018, la rebaja de pena implica que el hombre ya ha cumplido su condena, al menos por este delito, siendo el primer excarcelado en Asturias en virtud de la aplicación de la ley de garantía integral de la libertad sexual.

Fue la propia sección segunda de la Audiencia la que instó de oficio la revisión de la condena, el pasado 22 de noviembre. Reclamó de las partes que alegasen lo que considerasen oportuno. Tanto la Fiscalía, como la acusación particular, ejercida por la mujer víctima de la violación, bajo la dirección letrada de Pedro Paulino Sánchez, del bufete Asturlex, se opusieron a cualquier reducción de la pena. Es llamativo que la representación del penado no realizase manifestación alguna, tras lo que se acordó pasar los autos para resolver por providencia de 29 de diciembre de 2022.

En el auto, dictado el pasado 3 de enero, la sala comienza por explicar que José Antonio M. H. fue condenado como responsable de un delito de agresión sexual en concurso medial con un delito de amenazas y un delito de detención ilegal y además como autor de un delito de quebrantamiento de condena a la pena de 6 años y 6 meses de prisión, con la prohibición de aproximación a menos de 300 metros de la víctima y su familia durante 9 años, y la medida de libertad vigilada que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad, con el mismo contenido que las 3 prohibiciones anteriormente referidas, y una duración de 5 años, por el primero de los delitos.

Añade la sala que, conforme a la nueva regulación, los hechos habrían de subsumirse en el precepto del Código Penal que "prevé pena de 2 a 8 años de prisión, siendo por ello el mínimo de la pena con la nueva regulación inferior en tres años y el máximo inferior en dos años, por lo que procede acceder a la revisión, a pesar del parecer contrario del Ministerio Fiscal y acusación particular, siguiendo las pautas establecidas por el Tribunal Supremo, fijando la pena en la de cuatro años de prisión, que se sitúa en la horquilla inferior intermedia de la pena imponible, guardando la proporcionalidad y criterio individualizador establecido en la sentencia (...) Del mismo modo y en coherencia con lo resuelto y siguiendo las pautas indicadas por la sentencia del tribunal supremo de 30 de noviembre de 2022, resulta procedente reducir la duración de las prohibiciones de aproximación y comunicación impuestas fijándola en 6 años y 6 meses en lugar de los 9 impuestos".

El caso, según el tribunal

Los hechos ocurrieron el 11 de diciembre de 2018, sobre las ocho de la tarde. La familia se dedicaba al negocio de la chatarra. El hermano de la mujer llamó al marido de ésta para que se acercasen a Lugones, ya que había encontrado a una persona que tenía mucha chatarra y que podía darles "radios antiguas". La pareja se desplazó entonces desde Avilés hasta la casa de su sobrino, en la Venta del Gallo. Allí estaba el joven, junto a su madre. Entonces llegó José Antonio M. H., quien insistió en que tenía que ser su hermana la que le acompañase para recoger la chatarra.

Los dos hermanos se marcharon junto al hijo del hombre, dejando al marido de la víctima en la casa. Según ésta, mientras caminaban por una finca aledaña, el hombre empezó a amenazarla. "Me tienes que hacer caso", le dijo. "Si no me haces caso, va a ser peor", añadió, mientras la agarraba de la muñeca. "Aquí llevo un cuchillo, si no me haces caso será peor", continuó diciendo el hombre, haciendo ademán de sacar algo. Entonces, el hombre conminó a su hijo: "Tú te vas", y éste se alejó.

La zona estaba oscura y la mujer se sentó, muy nerviosa. Su hermano, según la denuncia, continuó: "Si te portas bien, no pasará nada". Sacó una navaja y cortó con ella un palo que llevaba en la mano, para añadir: "Mira qué bien corta, pórtate bien". Entonces siguieron caminando por Lugones, hasta la calle Luis Braille, donde residía el hombre. Subieron al piso y el hermano cerró con llave. El hombre se tomó un café y comió algo, mientras su hermana estaba sentada en la cocina. Luego la agarró del brazo y la metió en una habitación mientras le gritaba: "¡Pasa p'aquí!". Allí la situación no hizo más que empeorar. El hombre le ordenó: "Quítate la chaqueta, el jersey, la blusa y siéntate".

Entonces, él se quitó los pantalones y comenzó a manosearla y besarla, mientras le pedía que le tocase a su vez. La mujer no dejó en todo momento de pedirle que la dejara en paz. Fue entonces cuando alguien llamó a la puerta. El hombre se acercó a la mirilla y volvió diciendo a la mujer: "Calla, no digas nada, que es la Policía". Los dos se quedaron en silencio, pero volvieron a llamar. Desde fuera del piso, el marido de la mujer y su sobrino comenzaron a llamarla. El hermano salió del cuarto, pero tropezó y se cayó al suelo. Ella aprovechó para vestirse y salir también hacia la puerta. El hermano dijo entonces: "Tranquila que te vas", y le franqueó la salida.

La mujer acudió esa misma noche al Hospital San Agustín y al día siguiente a la Comisaría a denunciar.

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