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Estos son y así actuaban los miembros de la 'manada' de Castelldefels, encarcelados por violar a tres mujeres

Los arrestados por los Mossos son Robert P., Alejandro P., Jose M., David A. y Orlando M., treintañeros criados en familias que viven en el centro del municipio

Los miembros de la ’manada’ de Castelldefels.

Castelldefels (Barcelona) va poniendo poco a poco cara a los cinco vecinos encarcelados preventivamente por violar en grupo a tres mujeres. Una semana después de que se hiciera pública la existencia de un grupo de amigos treintañeros de este municipio de 70.000 habitantes del Baix Llobregat que actuaban como lo hacía la manada de Pamplona, por los teléfonos ya han comenzado a circular fotografías de algunos de sus miembros, a saberse alguno de sus nombres o motes.

Alguno de los rostros que se han divulgado por redes sociales como Instagram, sin embargo, no pertenece a ninguno de los cinco arrestados. Según las fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, los detenidos son Robert P., Alejandro P., Jose M., David A. y Orlando M.

K-Team'

Quienes los conocen "de toda la vida" afirman que "no eran los típicos chulos del instituto, sino todo lo contrario". Robert, por ejemplo, el administrador del grupo de whatsapp 'K-Team' que unía a los investigados y el más conocido en el pueblo, es "más bien tímido", explica una vecina que baila salsa en el mismo centro que él.

O eso parecía. Porque la misma mujer, sin embargo, añade sorprendida que desde que ha trascendido su detención ha ido sabiendo que "varias de sus compañeras de baile" habían tenido que bloquear a Robert porque no dejaba de mandarles mensajes por Instagram, "a todas horas".

La mayoría de los miembros de 'la manada' de Castelldefels nacieron en 1986, estudiaron en el Col·legi Frangoal y después en centros de secundaria como el Institut Les Marines. Viven en el centro, entre la plaza de la Iglesia y la plaza de Joan XXIII, y no pertenecen a familias desestructuradas. Solo uno de ellos tiene hijos. No están casados. Son conocidos en el municipio aunque hay dos, Alejandro y Orlando, algo más mayores y de origen de cubano y rumano, respectivamente. El resto son catalanes. Los vecinos los describen como introvertidos y, aparentemente, inofensivos. 

El grupo de Whatsapp

El grupo de amigos se fraguó con el paso de los años y porque vivían en el mismo sitio y compartían aficiones como el fútbol y, sobre todo, los videojuegos. Robert creó el grupo de Whatsapp 'K-Team' en 2014. Lo llamó así, al parecer, por algún juego de manga. Llegó a tener una quincena de usuarios. De este grupo, al que los Mossos d’Esquadra han accedido tras requisar los teléfonos de los investigados, proceden los mensajes, audios y vídeos que han permitido encarcelarlos antes del juicio. La policía catalana no descarta nuevas detenciones de otros miembros implicados en otros episodios bajo investigación. 

El logo del grupo de Whatsapp de los miembros de la 'manada' de Castelldefels.

"Algunos participaban mucho y otros no hablaban nunca", explica a este diario una fuente conocedora del funcionamiento del grupo. "Robert podía expulsarte y volver a meterte cuando quería", añade, subrayando que había logrado convertirse en alguien a quien obedecían. "Hay gente que lo llama 'el feo', pero es muy inteligente y acaba convenciendo a todo el mundo para salirse con la suya", lo describe. Robert, que no siempre lo pasó bien durante la educación obligatoria e incluso algunas fuentes afirman que sufrió bullying, tiene carrera universitaria y máster. Especializado en economía, trabaja en una gestoría

Acoso en el gimnasio

Una chica, que coincidía con él en el gimnasio, tuvo que bloquearlo en Instagram por el mismo motivo que las compañeras del centro en el que bailaba salsa: no dejaba de mandar mensajes a todas horas. Al final, Robert incluso se presentó en su lugar de trabajo. "Me asusté", explica. "Hablé con el gimnasio y también con amigos y guardé la conversación por si hacia falta presentar una denuncia", asegura.

Una manada de fiesta 

"Llevan años haciendo lo mismo. Están obsesionados con el sexo y con las mujeres", explica un antiguo amigo del grupo que salió con ellos de fiesta en el pasado. "Si uno se liaba con una tía, los otros intentaban meterle mano", recuerda. Y sobre las acusaciones que los mantienen entre rejas antes de juicio, citarse con mujeres en la primavera de 2021 a través de Tinder o Badoo –cuando las discotecas estaban cerradas– y violarlas en grupo, esta fuente asegura que lo han hecho más veces. "Hay más víctimas", advierte.

Agresiones organizadas

Salían por discotecas como TitusArenaSala Bikini o Bling Bling iban "a por una mujer, la emborrachan, le comían el coco y se la llevaban a casa de uno o, en ocasiones, a un hotel", recuerda, sintiéndose culpable porque ahora se percata de que debió haberlo denunciado tiempo atrás.

Davidcocinero de formación, es el que, según esta fuente, graba siempre los encuentros sexuales en grupo que, en ocasiones, son en realidad violaciones múltiples. La mayoría de los vídeos que han obtenido los Mossos proceden de su teléfono y ahora los investigadores buscan a las mujeres para preguntarles si fueron encuentros consentidos o forzados. 

Anzuelo y 'sexting'

"Uno de ellos se acostó con una chica y después le dijo que tenía que hacerlo con todos o compartiría en el grupo fotografías íntimas que le había tomado. Ella se negó. Y él compartió esas imágenes en el grupo", recuerda. Este diario ha tratado de hablar con esta nueva víctima pero la mujer ha preferido no hacerlo. 

A través de las aplicaciones de citas contactaron, supuestamente, con las tres víctimas. El anzuelo en todos los casos fue Alejandro, que trabaja en una farmacia. De origen cubano, lo apodan 'el cubano'. Es el que tiene un rostro más agraciado y el que invitó a las víctimas a su domicilio durante la pandemia. 

La primera víctima es una mujer que había accedido a citarse con Alejandro sabiendo que podría haber alguien más en el piso. Pero lo que acabó ocurriendo fue que terminó siendo violada por los cinco y lo denunció.

Fue esta denuncia de principios de verano de 2021 la que permitió a la jueza de Gavà que instruye esta causa, Laia Boix, y a los agentes de la unidad de investigación de los Mossos en Gavà, poner la lupa sobre este grupo y averiguar si había más víctimas. Y dieron con dos más, que al ser contactadas por la policía, decidieron denunciar. 

Modus operandi

En estos dos últimos casos localizados por la policía, Alejandro también había sido quien las convenció para que vinieran a una fiesta que daba en su casa. A la segunda denunciante la emborracharon tanto que apenas se tenía en pie. En ese estado, Alejandro y Robert la condujeron a la habitación y la colocaron "a cuatro patas", detalla el auto de prisión.

Después, prosigue el relato de la jueza, Alejandro, Robert, David y Jose la violaron "vaginalmente y analmente". Alejandro y Robert, además, le introdujeron su miembro en la boca. Orlando no la violó pero tampoco la socorrió cuando la mujer pidió que no lo hicieran. La tercera denunciante se fue a la habitación para enrollarse con Jose pero entraron el resto. Según su declaración, Robert, delante de todos, la obligó a practicarle una felación

Si Alejandro es el que hacía de anzuelo, Robert es el que, según la investigación policial, mantenía en los días posteriores contacto con las víctimas, hablando con ellas, para asegurarse de que no denunciaran. El Ayuntamiento de Castelldefels ha anunciado que se presentará como acusación contra sus cinco vecinos.

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