La conductora implicada en el atropello mortal frente a la catedral de Palma, en el que falleció una mujer y un hombre sufrió lesiones muy graves, ha quedado en libertad tras declarar ante la Policía Local de Palma. La sospechosa fue detenida tras el siniestro por delitos de homicidio y lesiones imprudentes. Dio negativo en la prueba de alcohol y drogas, pero los investigadores de la Policía Local sospechan que circulaba a velocidad excesiva. En su declaración, la conductora apuntó a un pinchazo como causa del siniestro. Su vehículo presentaba una rueda reventada y los agentes encargados del caso tratan de aclarar si fue antes o después del atropello. Según dijo, iba conduciendo con normalidad cuando de pronto perdió el control y se llevó por delante a los peatones. Tras varias gestiones, los agentes consiguieron identificarlas como una pareja de ciudadanos británicos. Tras el interrogatorio, la Policía Local de Palma decidió ponerla en libertad. El atestado será remitido al juzgado que ha abierto diligencias por este atropello mortal.

El accidente ocurrió al filo de las seis de la tarde en la avenida Gabriel Roca. Las víctimas estaban esperando en la acera, en la mediana, para cruzar por un paso de peatones. La acusada iba al volante de un todoterreno Opel Frontera, con el que se dirigía a su trabajo, en dirección al centro de la ciudad. El vehículo circulaba por el carril izquierdo, se salió de la calzada, se subió a la acera y atropelló a los dos peatones. Ambos sufrieron lesiones de extrema gravedad. La mujer falleció en el lugar pese a que los efectivos sanitarios intentaron reanimarla durante tres cuartos de hora. El hombre tuvo que ser intubado y fue trasladado en estado crítico a Son Espases.

La Policía Local abrió una investigación. Los agentes sometieron a la conductora a pruebas de alcohol y drogas, cuyos resultados fueron negativos. Comprobaron también que una de las ruedas del vehículo estaba pinchada. Algunos testigos aseguraron que el vehículo iba a velocidad excesiva y los policías optaron por detener a la conductora. La sospechosa negó haber sufrido una distracción al volante y autorizó a los agentes para que examinaran su teléfono móvil y comprobaran que no estaba utilizándolo cuando se produjo el atropello. No supo explicar por qué perdió el control del todoterreno, y señaló la posibilidad de que el reventón de la rueda le hiciera invadir la acera.