La madre de la menor supuestamente acosada y agredida por un compañero de instituto en Mallorca, que además le enviaba vídeos eróticos no solicitados y la amenazaba con difundir imágenes íntimas, aseguró ayer durante el juicio que su hija le contó que el joven «le dijo que si no le enviaba fotos, le pasaría algo».

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Palma celebró ayer el juicio contra el chico, para quien la fiscalía pide 15 años de cárcel por delitos de lesiones, exhibicionismo, captación de menor de 16 años para material pornográfico, elaboración de pornografía infantil y agresión sexual. El acusado tiene 24 años, si bien en la fecha de los hechos tenía 18.

El joven, según la fiscal, envió imágenes de sus genitales a la menor durante al menos un año, a pesar de saber que la niña tenía solo trece años, al tiempo que le obligó a enviar fotografías y vídeos eróticos, presuntamente mediante amenazas. Entre otras, que difundiría imágenes de carácter íntimo que ya tenía.

La madre de la víctima explicó ante el Tribunal que «vieron cosas», en relación a la actitud de la menor en el tiempo de los hechos, «como por ejemplo que no comía, se mareaba o tenía mucho dolor de cabeza», y que su tutor les advirtió que «todos los profesores decían que estaba muy despistada».

Una amiga de la víctima declaró que la perjudicada le contó que empezó a hablar con el acusado por una red social. «Escuché un audio en el que él se masturbaba y también vi conversaciones en las que le amenazaba, diciendo que si no estaba con ella le haría daño a la familia», manifestó la testigo, que confirmó que durante el tiempo de los hechos notó a la víctima «muy ausente». La testigo reconoció que no llegó a ver ninguna foto de carácter sexual en las conversaciones entre el acusado y la menor.

Además del envío de vídeos eróticos no solicitados y de las amenazas proferidas, la fiscal detalla en su escrito un episodio ocurrido en enero de 2017, en el instituto al que ambos acudían. Supuestamente, el acusado agarró fuertemente a la menor mientras le decía: «No te haré daño, te quiero, solo quiero estar contigo». En marzo del mismo año, siempre según el fiscal, presuntamente persiguió a la menor y la agarró de la cintura mientras le pedía tener «algo» con ella, a lo que respondió que no quería nada y le pidió que la dejara en paz. La fiscalía sostiene que el joven respondió propinándole dos puñetazos, uno en la clavícula y otro en las costillas, y que se marchó abandonando a la víctima en el suelo.