Dos psiquiatras han coincidido en señalar este martes en la Audiencia de Palma que la acusada de agredir a sacerdotes en iglesias de Palma sufría un trastorno delirante crónico vinculado al ámbito religioso. Por este motivo los facultativos han considerado que la encausada no era responsable de sus actos y han respaldado la eximente completa de esta mujer y su tratamiento en un psiquiátrico penitenciario.

Así, el psiquiatra forense Vicente Tur ha definido el diagnóstico de la procesada de "trastorno delirante crónico místico-religioso". El facultativo ha considerado que esta patología de la acusada queda circunscrita a la religión. "Todo lo demás está bien", ha precisado.

En este sentido, el perito ha establecido un símil con un mapa de Mallorca para explicar el comportamiento de la procesada. "Es como si todo el mapa estuviera bien y donde se encuentra la Serra de Tramuntana lo dibujara con una península", ha abundado.

A juicio de este especialista, el comportamiento violento que ha desplegado la acusada con algunos sacerdotes en Palma está vinculado a este trastorno. "Actúa de esa manera en consecuencia con ese delirio", ha recalcado.

Durante su comparecencia ante el tribunal, este psiquiatra ha indicado que la encausada no es consciente de sus actos. "Actúa mal desde un punto de vista externo, pero desde su punto de vista interno es correcto". De hecho el facultativo la ha definido como una persona "normal y racional" en todos los ámbitos excepto en lo tocante a este delirio religioso.

Respecto a su comportamiento violento, el especialista ha abundado que este se produce "al verse amenazada subjetivamente". "Su creencia y su raciocinio está muy afectado en todo lo relacionado con el delirio", ha aseverado.

A tenor de esta valoración, el psiquiatra ha puntualizado que la procesada "en todo lo referente a este delirio es inimputable. Si se le toca ese delirio, ella responde".

Por su parte, el psiquiatra Borja Moreno ha coincidido en señalar ante la sala que la procesada padece un "trastorno delirante crónico". El facultativo ha explicado que el resto de su mente "está bien conservada. A diferencia de la esquizofrenia, donde esta patología "está generalizada".

Moreno ha insistido en que el pensamiento de la acusada "está afectado por una idea delirante". En concreto su idea de "conexión directa con Dios, que le impide conservar el libre albedrío".

La conclusión de este especialista respecto al estado mental de la acusada ha sido muy similar a la del otro facultativo. "No es consciente de su propio delirio. Ella no entiende por qué está en prisión".

Durante la vista también han comparecido varios testigos. Entre ellos han declarado algunos sacerdotes agredidos. Estos han relatado "el miedo" que les causó su comportamiento.