El actor Luis Lorenzo ha asegurado este martes ante la jueza que le investiga a él y a su pareja por la muerte de su tía política que no cometieron ningún delito y que la investigación de la Guardia Civil que les incrimina es una "soberana chapuza".

Lorenzo ha declarado este martes durante más de dos horas ante la titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Arganda del Rey (Madrid) que mantiene como investigados al actor, a su pareja Arancha Palomino y a una cuidadora por la muerte de María Isabel Suárez, de 85 años, el 28 de junio de 2021 en el domicilio de la pareja en Rivas Vaciamadrid.

Tras su muerte, Lorenzo y Palomino trasladaron el cuerpo a Asturias para su entierro, momento en el que el hermano de la fallecida sospechó que la muerte podría no ser natural y lo denunció a la Guardia Civil. Los investigadores defienden que la pareja pudo matar a la anciana para quedarse con su dinero, y en el último documento enviado al juzgado sostienen que los acusados pudieron emplear sus dotes como actores para apoderarse del patrimonio de su tía.

Pero la pareja siempre ha defendido su inocencia, algo que Lorenzo ha vuelto a aseverar este martes ante la jueza y también a la prensa a la salida de los juzgados. Ha afirmado que, aunque respeta el trabajo de la Guardia Civil en general, la investigación en este caso es "una soberana chapuza", subrayando que la autopsia no demuestra que la mujer muriera envenenada. De hecho sigue a la espera de un informe que solicitó su letrado para confirmar que los altos niveles de cadmio que presentaba la anciana podrían deberse, no a una ingesta masiva, sino a una distribución natural por el cuerpo tras la muerte.

Lorenzo ha confirmado que ha denunciado a los vecinos que aseguraron que él y su pareja maltrataban a la fallecida, ya que "no es verdad", y ha confesado estar "muy satisfecho" con su declaración.

Esta es la primera declaración de Luis Lorenzo ante la jueza, ya que se negó a declarar el pasado 27 de mayo, tras su detención, mientras que su pareja negó entonces los hechos que se le imputaban, tras lo que la magistrada decidió dejarles en libertad aunque con medidas cautelares. En la causa también está investigada la cuidadora que tuvo contratada la pareja durante los últimos meses de vida de la anciana.

El letrado de la pareja, Francisco Pérez Platas, solicitó en septiembre la declaración de ambos, después de que el director del Instituto Nacional de Toxicología, Antonio Alonso, explicara ante la magistrada que la muerte de María Isabel pudo no deberse a un envenenamiento porque la alta concentración de metales pesados en su cuerpo podría deberse a un trasvase postmortem. Antonio Alonso relató que cabe la posibilidad de que la anciana, de 85 años, no muriese envenenada por ingesta de cadmio y manganeso, como apuntaba la autopsia, que determinó que la muerte fue de etiología homicida.