El fiscal reclama seis años de prisión para el médico y el anestesista, tres para cada uno, que practicaron una liposucción mortal a una mujer en una clínica privada de Palma por un presunto delito de homicidio imprudente. El juicio, según se fijó ayer en una vista previa celebrada en Vía Alemania, tendrá lugar entre el 17 y el 19 de mayo del año próximo en el Juzgado de lo Penal número 3. El ministerio público solicita una indemnización de 240.000 euros para los hijos de la fallecida. Mientras que la acusación particular, ejercida por la Asociación de Víctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa), pide cuatro años de prisión para cada facultativo y una suma de más de medio millón de euros en concepto de responsabilidad civil.

Los hechos que se juzgarán en mayo del próximo año en los juzgados de Vía Alemania tuvieron lugar sobre las once de la mañana del 6 de marzo de 2017 en el Centro Policlínico Quirúrgico, situado en la calle 31 de Diciembre de Palma. Fátima Cherkaoui, que contaba entonces con 45 años, se sometió a dicha intervención por la que abonó la suma de 7.000 euros.

De acuerdo con el escrito del ministerio público, los facultativos que participaron en dicha intervención quirúrgica actuaron «con absoluta omisión del cuidado exigible». Así, el fiscal resalta que tanto el anestesista como el médico que llevó a cabo la operación tuvieron «un comportamiento descuidado» y obraron «de manera negligente».

En concreto, la acusación pública precisa en su escrito que los facultativos dejaron durante la intervención de liposucción a Fátima 2.450 mililitros de líquido en el abdomen sin extraer. De tal manera que al darle la vuelta, a las cuatro de la tarde, para empezar la segunda operación no se le habían cerrado las heridas ni se le había aplicado vendaje compresivo. La presión del cuerpo sobre el abdomen hizo que le entrara una solución con sangre y con la grasa extraída, que no había sido aspirada. Esta se coló en el torrente sanguíneo a través de las venas rotas.

Fátima Cherkaoui, la paciente que falleció en la liposucción. | D.M.

Parada cardiorrespiratoria

Las consecuencias de esta actuación «negligente» no se hicieron esperar. Se produjo «un taponamiento masivo» de los vasos más pequeños, los capilares sanguíneos de ambos pulmones. La grasa también llegó a los capilares del cerebro de la paciente. A continuación esta entró en parada cardiorrespiratoria.

En su escrito de acusación, el fiscal resalta que, aunque dicha parada cardiorrespiratoria de la víctima consiguió ser revertida, hasta las cinco de la tarde no avisaron al 061. Durante esa hora, el fiscal resalta que la paciente necesitaba ser ingresada en la UCI.

Cuando la ambulancia llegó a la clínica, la mujer estaba fría, pálida, hipotensa y con múltiples orificios en la superficie cutánea. Su temperatura era muy baja. Al día siguiente, Fátima Cherkaoui falleció en Son Espases por un shock hipovolémico debido a la pérdida masiva de sangre.