Un viajero borracho fue expulsado de un avión en el que iba a volar de Newcastle a Ibiza y ha tenido que ir a juicio por increpar a la tripulación y agredir a los policías que intentaban calmarle dentro de una aeronave de la compañía Jet2.

El Chronicle Live informa que R.N., de 31 años, se subió al avión con destino a Ibiza el pasado 3 de julio con una botella de una bebida alcohólica que había adquirido previamente en una tienda del aeropuerto británico y con evidentes síntomas de embriaguez. Ante las constantes llamadas de atención de la tripulación para que se comportase de forma adecuada, el joven increpó a varias azafatas, insultándolas y llamando "gorda" a una de ellas. Inmediatamente pidieron la colaboración de la policía, que se personó en el avión.

Cuando los agentes le dijeron a R.N. que debía desembarcar, éste se puso violento y le gritó a uno de los ellos: "vete a la mierda". Los policías le cogieron para sacarle del avión y el borracho, frente a los 189 pasajeros, se puso aún más violento. Comenzó a dar cabezazos a los agentes, intentó morder a uno en el brazo y se produjo un enfrentamiento hasta que fue derribado.

Una vez lo metieron en el vehículo policial, fue trasladado a comisaría de Forth Banks en Newcastle, donde el sujeto siguió mostrándose violento y tuvieron que atarle los pies, además de las esposas que ya llevaba puestas, informa el Chronicle.

Juicio y condena

Ayer lunes R.N. compareció ante el tribunal, donde se enfrentaba a dos cargos: agresión a la policía y estar ebrio en un avión. De ambos se declaró culpable y ha sido condenado a 14 semanas de prisión, a 25 días de rehabilitación y a pagar una compensación de 400 libras a los policías.