La Fiscalía holandesa reclama penas que suman 26 años de cárcel para los tres jóvenes neerlandeses acusados de matar a patadas a un compatriota en s’Arenal en la madrugada del 14 de julio de 2021. El ministerio público considera que existen pruebas claras de que golpearon a la víctima cuando estaba ya tirada en el suelo. «No fue una pelea de bar, sino violencia deliberada», señaló la acusación pública en sus conclusiones al finalizar el juicio, según informó la Fiscalía holandesa en un comunicado.

Estos tres jóvenes y otros cinco amigos suyos están también acusados de varias agresiones cometidas aquella noche en las que nueve personas resultaron heridas de diversa consideración. Por estos ataques les imputa un delito de homicidio involuntario, dos de intento de homicidio y otro de violencia abierta. La Fiscalía solicita diez años de prisión para el principal encausado, mientras que los otros dos sospechosos de la muerte de Heuvelman se enfrentan a sendas penas de ocho años de cárcel. Para el resto, el ministerio público reclama condenas que van desde 150 horas de servicios comunitarios a un año y medio de reclusión.

En sus conclusiones tras la vista oral, la Fiscalía señala que en la investigación hay más de 60 testigos, 20 teléfonos examinados, varios vídeos de las agresiones y conversaciones intervenidas, así como pruebas de ADN.

Según el relato de la acusación, los ocho acusados formaban parte de un grupo de amigos que estaba de vacaciones en Holanda. «Salieron a pelear aquella noche y golpeaban implacablemente», afirma la Fiscalía. El primer «estallido de violencia» se produjo frente a un local de la calle Cartago, donde una pelea por unos asientos derivó en graves agresiones por parte de los sospechosos. Una de las víctimas recibió patadas en la cabeza.

Poco después, a la altura del balneario 1, el grupo atacó a otras personas. Según los acusados les escupieron y les gritaron insultos racistas, aunque la fiscalía sostiene que «el motivo no está claro». En esta nueva riña, «con encarnizados combates», hubo cinco heridos. Dos de las víctimas fueron pateadas en la cabeza tras caer al suelo. Uno de ellos era Carlo Heuvelman, de 27 años y que falleció cuatro días después en Son Espases por las gravísimas lesiones sufridas. La Fiscalía destaca que se encontró ADN de Heuvelman en el zapato de uno de los acusados, que además admitió haberle golpeado en una conversación con un policía infiltrado en prisión. El ministerio público, además de las penas de prisión, indemnizaciones de 226.000 euros para la novia de Heuvelman y 69.000 para sus padres. La sentencia se hará pública el 18 de noviembre.