El drama de Rafael y María Dolores comenzó hace dos años cuando a su hija Isabel de 16 años le diagnosticaron anorexia nerviosa. El culmen del dolor fue cuando la joven se tiró por la ventana de su casa en la localidad de Requena el pasado 28 de mayo. Dos días después habría cumplido los 17.

Tal como contó Levante-EMV el pasado mes de julio, tras un calvario de idas y venidas a centros públicos y privados en los que atendiesen a Isabel, ingreso en la Unidad de Trastornos de Conducta Alimentaria del hospital La Fe incluido, finalmente la menor fue derivada a su centro hospitalario de referencia, el hospital de Requena.

En este centro la joven fue atendida principalmente por dos sanitarias, una psicóloga y una psiquiatra, contra las que la familia Martínez Hernández ha presentado una querella, a la que ha tenido acceso este periódico, en la que se les acusa de homicidio imprudente. En el mes de junio el padre y la madre de Isabel ya denunciaron los hechos ante la Guardia Civil, "en aquella ocasión denunciamos su actitud de inacción y el mal trato que nos dieron, ahora a través de mi abogada queremos poner el foco y que se investigue qué no se hizo para tratar a mi hija", cuenta Rafa Martínez, quien hace hincapié en que no se activó el protocolo antisuicidio "pese a que mi hija cumplía absolutamente todos los puntos". Al menos cuatro veces Isabel dio a conocer sus ideas suicidas e intentó poner fin a su vida en varias ocasiones, tal como refleja su historial.

Además de al Juzgado de Instrucción de Requena, la familia ha recurrido al Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana y han presentado alegaciones al informe entregado por el Departamento de Salud de Requena y la Dirección General de Asistencia Sanitaria. "Me advirtieron que luchar contra la Administración iba a ser duro, y vaya si lo está siendo", lamenta Rafa.

Este mismo martes el conseller de Sanidad, Miguel Mínguez, declaró ante los medios que se había iniciado una investigación judicial sobre este caso tras la querella presentada por la familia. Por el momento, la familia no tiene constancia de que se haya admitido a trámite la querella presentada el pasado mes de julio y que, de esta forma, se haya abierto una investigación.