La sentencia emitida el 1 de septiembre contra el asesino en serie Jorge Ignacio Palma Jacome no solo recoge los 159 años y 11 meses de cárcel por asesinar y abusar sexualmente de Arliene Ramos, Lady Marcela Vargas y Marta Calvo, y de abusar e intentar matar a otras siete chicas en un plazo de año y medio. También le aplica medidas complementarias, solicitadas por las acusaciones, como son el alejamiento, en el caso de las supervivientes, y la libertad vigilada –ocho años en el caso de las víctimas vivas y 10, en el de las fallecidas–.

Por lo que respecta a las indemnizaciones, la magistrada ha dictado cuantías dispares en casos idénticos. Así, penaliza a los familiares de Marta Calvo, ya que impone al condenado el pago de 70.000 euros, pero a repartir entre el padre y la madre a pesar de que han concurrido de manera separada y con abogados distintos (llevaban once años divorciados cuando su hija fue asesinada) desde el primer momento en la causa, mientras que otorga esa misma cantidad de 70.000 a la hermana de Arliene, pese a ser solo una persona.

En cuanto a los dos hijos menores de edad de Lady Marcela, le impone el pago de 150.000 euros (75.000 para cada uno).

A las siete supervivientes deberá indemnizarlas con 50.000 euros a cada una –solo 20.000 menos que en los casos de las fallecidas, e incluso 15.000 más que a cada uno de los padres de Marta–. En conjunto, una indemnización global de 640.000 euros que, previsiblemente, no pagará nunca. En cuanto a las costas, la magistrada simplemente no se pronuncia, por lo que, en teoría, no debe asumir los gastos judiciales de las víctimas.