Dos delincuentes sustraían relojes de lujo a sus víctimas en Palma empleando la violencia. Mientras unos les sujetaban, otros les arrebatan el objeto de valor. La Policía Nacional ha detenido a dos hombres de 32 y 35 años, pertenecientes a un grupo itinerante de malhechores de origen marroquí, por al menos siete robos con violencia, aunque podrían haber actuado en otras 16 fechorías de características idénticas.

Los delitos los cometieron entre los meses de mayo y julio y sus escenarios favoritos de actuación eran el Paseo Marítimo, Cala Major y la Playa de Palma, siempre en horario nocturno. Durante este periodo de tiempo, la Policía Nacional recibió 23 denuncias de robos de relojes de lujo con un mismo 'modus operandi'. El montante de los efectos sustraídos superaba con creces los 300.000 euros.

En un primer momento, los delincuentes trataban de distraer a la víctima con cualquier pretexto. A continuación otros malhechores la sujetaban por la espalda o por las muñecas. A continuación los ladrones tenían el camino expedito para arrebatarle el reloj de lujo que portaba. En algunos casos no tenían reparos en golpear al afectado o tirarle al suelo empleando la violencia.

Ante el aluvión de denuncias similares, investigadores del Grupo de Atracos de la Policía Nacional se hicieron cargo de las pesquisas. Lo primero que constataron fue que todas las fechorías seguían un patrón común. Esto llevó a colegir que se trataba de los mismos delincuentes.

Las pesquisas apuntaron a que los principales sospechosos formaban parte de un grupo itinerante de delincuentes de origen marroquí afincado en Barcelona. Estos sujetos visitaban la isla con frecuencia y se alojaban en hoteles haciéndose pasar por turistas, aunque su finalidad era genuinamente delictiva. De esta manera pasaban desapercibidos.

Los integrantes de este grupo tenían establecido de antemano un reparto de tareas para perpetrar las fechorías. Los objetos robados pasaban a otros integrantes que abandonaban la isla. De esta manera los efectos del botín los ponían a salvo ante una eventual actuación policial.

Los investigadores del Grupo de Atracos fueron estrechando el cerco y detuvieron a dos de los delincuentes el pasado domingo cuando se disponían a abandonar Mallorca en un ferry. Su participación ha quedado acreditada en al menos siete fechorías. Un dispositivo policial se desplegó en el Puerto de Palma para evitar su huida. La investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.