"Se llevó a mi hija. Me atacó brutalmente y la secuestró". Se llama Maribel Enciso y su historia sobrecoge. Impacta. "Tenía once meses cuando se la llevaron".

Un individuo irrumpió en la óptica en la que trabajaba. La encerró. La agredió brutalmente. Le cortó el cuello. Con un hilo de vida, mientras yacía en el suelo, vio cómo el agresor dejaba una nota y se llevaba a su bebé, María José, que estaba con ella esa mañana.

Contra todo pronóstico, sobrevivió al ataque. Maribel había grabado en su memoria con detalle su cara. Al despertar, describió al monstruo. Hoy cumple 82 años de condena. Él calla. No habla ni arroja pista alguna sobre dónde está la pequeña. Todo ocurrió en México pero, doce años después, la investigación da un giro: María José podría estar en España.

Maribel Enciso sobrevivió a un brutal ataque en el que secuestraron a su hija.

"Ocurrió el 21 de septiembre de 2010", arranca. Necesita hacer descansos, pausas, para poder hablar, es una de las muchas secuelas que aún arrastra. Revivirlo no es fácil. Con dolor, retrocede doce años atrás. Vuelve a aquella fatídica mañana.

La clínica que la mujer compartía con otros médicos estaba vacía. "El resto de doctores pasaban consulta por la tarde". Estaba sola con la bebé. Todo estaba tranquilo, en aparente calma.

"En la puerta, veo a un señor que había estado unos diez días antes para que le realizara un examen de la vista”. Maribel abrió, "había dicho que volvería para hacerse unas gafas". Planificado, lo tenía perfectamente orquestado, sabía que la niña estaba. "La tenía allí conmigo porque podía hacerlo. Había mirado una guardería pero dije, bueno, cuando tenga el año la llevo". 'Majo', 'Majito', como la llaman todos, tenía once meses, era dormilona, "ni para comer se despertaba", con una sonrisa enorme y el pelo despeinado. Era la alegría de la casa.

 "¿Por qué se lleva a mi hija?"

El hombre entró y cerró las puertas. "Empezó a gritar", recuerda Maribel. "Empezó a golpearme y sacó una navaja". El primer ataque lo sufrió con la niña en brazos. "Me dijo que soltara a mi hija, que la dejara en su silla". Mientras lo hacía, apareció por su espalda. "Noté el recorrido del cuchillo en mi garganta. Me cortó el cuello. Me cortó la yugular, casi las cuerdas vocales y la tráquea".

Cayó al suelo. El corte, casi letal, pero no sintió nada. "Solo miraba a mi hija, buscaba su mirada". Maribel intentó levantarse, "no podía". El agresor, se acercó a la pequeña. "¿Por qué se lleva a mi hija? ¿Por qué se la está llevando", es lo único que pensaba.

Intentó, de nuevo ponerse en pie. Fue en vano. "Vi como él cogió un papel y escribió una nota". 'Tu hija está en Sudamérica', encontraría la policía al revisar la sala. El horror se completó cuando "cogió un monitor, cogió a mi hija y salió, dejé de verla".

Al tercer intento, Maribel consiguió levantarse. La pequeña ya no estaba. "Como pude, salí de la óptica para pedir ayuda". En la puerta, "intenté gritar". No puede, "¡socorro, se ha llevado a mi hija!". La voz no sale. Nadie la escucha. Cayó de nuevo al suelo. Llegaron las ambulancias.

Maribel ingresó en estado crítico, no había rastro de la niña. CASO ABIERTO

Entre la vida y la muerte

Maribel ingresó en estado crítico. "Me intervinieron, me hicieron una traqueotomía". Los médicos daban pocas esperanzas, "o moría en el quirófano o en la recuperación", cuenta. "Estuve diez días en coma", debatiéndose entre la vida y la muerte.

Contra todo pronóstico, despertó. Había vuelto a nacer, "era un milagro", pero su hija no estaba. "No la buscaron", lamenta. "Los primeros días se perdió mucho tiempo buscando un culpable". El foco policial se puso en Iván, marido de Maribel y padre de la niña. Creyeron que el agresor era de casa.

Ya despierta, por escrito -pues no hablaba- contó lo que ocurrió aquella mañana. "Fue cuando a mi marido lo dejaron en paz", lamenta. Describió físicamente a su agresor. Le puso nombre, le puso cara. Se llamaba Geyser Crespo García. Un par de semanas más tarde era detenido acusado de violar a una menor de 14 años. Lo reconoció. Confirmó que era el hombre que había ido a hacerse unas gafas.

CASO ABIERTO Geyser Crespo fue detenido por violar a una menor de 14 años.

"Está muerta: la he tirado al agua"

Geyser fue detenido. Se sentó en el banquillo y fue declarado culpable de los tres delitos que se le conocen: violación de una menor, intento de homicidio con Maribel y privación de libertad de María José. Acumula una pena de 82 años. Al principio, confirmó la versión de su nota: "a la niña la han llevado a Sudamérica", después dijo que la bebé no vivía, la mató él mismo: "la he tirado en aguas negras (residuales)".

Se buscó a conciencia, "encontraron dos cuerpos de personas adultas, pero mi hija no estaba". Chirrió, como lo hizo la versión que contó en cómo salió de la óptica: "él llegó en bicicleta", recuerda Maribel, "supuestamente declara que carga a María José en la bici y también una mochila, con el monitor, que también se lleva. Que se va así hasta su casa", resume la mujer. "Se hicieron estudios y no es posible". Bebé, monitor... todo en una bici. "En kilómetros no sé, pero en coche se tarda media hora en hacer ese trayecto", afirma. "Mintió. Lo que todos creemos es que lo estaban esperando fuera y se trasladó en coche".

Sin miedo: cara a cara

Ni la brutal agresión, ni la violencia extrema, ha detenido a Maribel. No tiene miedo. Su hija lo para. No obstante, ha mirado al secuestrador de frente, "he ido muchas veces a la cárcel a preguntarle por el paradero de mi hija. Él mira al suelo, no contesta". Ya no quiere recibirla más, se ha cerrado en banda. Maribel no puede volver a verle.

"Se cometieron grandes y graves errores los primeros años. A mi hija prácticamente no la buscaron", lamenta Maribel. Doce años después, todo ha cambiado. En 2017, llegaría el primer giro: "se crea una Unidad de Análisis y Contextos, una fiscalía. Analizaron el expediente y se dieron cuenta que María José es víctima de trata de personas con fines de adopción ilegal". Empezaron, por fin, a buscarla.

Giro policial: podría estar en España

Arrancó de nuevo la investigación. Se repitieron los interrogatorios. Geyser se blindó, no contestaba. Se volvió a mirar Sudamérica. Permaneció en silencio, hasta que en una de las entrevistas, habló, se jactó de las pistas falsas: "no la encontraréis, la niña se llevó a Europa". La investigación dio su segundo y más fuerte giro. Las pesquisas policiales, según ha podido saber CASO ABIERTO, portal de sucesos e investigación de Prensa Ibérica, arrojan "motivos suficientes", firmes, para que la policía mexicana apunte que puede estar en España.

"Desde que la foto de María José está en España me han hackeado la página de Facebook", lamenta Maribel

"Necesito su apoyo. Que miren las fotos, que nos ayuden a encontrar a mi hija que, con toda probabilidad, estará bajo otra identidad. Quizá, ni sus padres adoptivos conozcan su historia". María José desapareció con 11 meses, hoy tiene 12 años. "Ya no busco un bebé. Varios profesionales me han hecho progresiones de cómo sería hoy en día, son orientativas, aproximadas".

Imagen con la apariencia que podría tener María José en la actualidad. Missing Angels Org.

La difusión cruzó fronteras, aquí se hace fuerte a través de SOS Desaparecidos. "Desde que está siendo difundida en España han pasado cosas extrañas", denuncia Maribel. "Me han hackeado la página de Facebook -su mayor arma- creada para la búsqueda, con más de 600 mil seguidores". Lejos de frenarla, sin miedo, siente impulso, fuerza. "Hay, definitivamente, personas que están pendientes del caso de mi hija y no quieren que sea encontrada", afirma. "Cómplices, además de la persona que está en prisión. No nos va a detener, continuaremos hasta encontrarla".

Si cree tener algún dato, contacte con SOS Desaparecidos.

Maribel se enfrentó a la muerte. Dijeron que no viviría y despertó. Dijeron que no podría hablar y la primera palabra que pronunció fue el nombre de su pequeña. Dicen, desde prisión, que no encontrará a su hija: "sé que está cerca". No va a parar. No hay nada, ni nadie, que la detenga..