Una joven de Castelló relató ayer ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castelló los presuntos abusos a los que la sometió su padre durante años. La víctima recordó que empezó a ser objeto de "tocamientos" y "frotaciones" cuando tenía unos seis años. "Se ponía mermelada en los genitales para que yo se la chupara; me daba besos con lengua y me tocaba mis partes íntimas", aseveró la afectada, que declaró protegida por un parabán para evitar la confrontación visual con su progenitor, para quien la Fiscalía pide 12 años de prisión.

La denunciante contó que estos hechos comenzaron en el año 2008 y se prolongaron hasta que ella tuvo "15 ó 16 años". Sostuvo, además, que los presuntos actos sexuales tenían lugar en casa de la abuela paterna y mantuvo que su padre consumía mucho alcohol y que, con frecuencia, estaba ebrio. 

"A partir de los 10 años me empecé a dar cuenta de que eso no era lo normal entre un padre y su hija, que no estaba bien. Estaba desesperada y fui a los Servicios Sociales a pedir ayuda", afirmó la joven, que por aquel entonces vivía con su progenitor --la madre tenía problemas económicos y los hijos acabaron marchándose de ese domicilio--. "Mi abuela estaba ciega, no veía nada y a partir de interponer yo la denuncia me fui a vivir a un centro tutelado", explicó la adolescente al tribunal.

El hombre lo negó todo y achacó la denuncia de su hija "al cambio de la edad y las hormonas". Además, hizo alusión a que el covid agrió el carácter de la menor.

Los testigos

La madre de la chica y expareja del procesado fue llamada a declarar como testigo. «Yo no sé si han habido abusos porque a mí ella no me dijo nada y me enteré cuando me llamaron desde comisaría», relató la mujer a los tres magistrados.

La trabajadora social que llevó el caso de la menor tras presentarse en los Servicios Sociales dijo que se declaró el "desamparo por la vía de urgencia" y que la víctima presentaba "llantos inconsolables" y también "ronchas en la piel fruto del estrés".

El hermano de la joven e hijo del acusado dijo que su progenitor era "normal" cuando estaba sereno. "Mi hermana no me contó nada. Vi alguna pelea, pero otro tipo de cosas, no", relató el joven a los miembros del tribunal.

Por su parte, la madre del procesado y abuela de la niña presuntamente abusada, que compartió domicilio con ambos durante esos años, se acogió ayer a su derecho a no declarar en el juicio.