Los Bombers de Palma tuvieron que reventar ayer de madrugada la barrera metálica de un comercio de la calle Camp Redó, junto a s’Escorxador, para liberar a una mujer que había sido encerrada por su pareja tras una discusión. La Policía buscaba ayer al hombre como presunto autor de un delito de retención ilegal.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada, cuando la central del 091 de la Policía Nacional recibió el aviso de que una mujer pedía ayuda a gritos desde el interior de un establecimiento cerrado en la calle Camp Redó, en Palma.

Una patrulla policial acudió al lugar y localizó el local, un comercio de compra de oro, que tenía la barrera metálica bajada. Los agentes se entrevistaron a través de la barrera con la mujer, que les explicó que esa noche había tenido una discusión con su pareja y que él le había quitado el teléfono móvil y la había dejado encerrada en el interior del local y no podía salir. Había estado pidiendo ayuda hasta que un viandante había pasado por delante del comercio y había oído sus gritos.

Los policías no pudieron abrir la barrera metálica, por lo que solicitaron la intervención de una dotación de los Bombers de Palma. Los bomberos que se desplazaon al lugar utilizaron un gato hidráulico de grandes dimensiones para levantar parcialmente la barrera, de manera que la mujer pudo salir al exterior.

La víctima, una joven de unos veinte años, estaba ilesa. Explicó a los agentes que su pareja no la había agredido, aunque no era la primera vez que sufría un episodio de maltrato como este.

Los agentes buscaban ayer al presunto responsable, que estaba plenamente identificado. Se trata de un hombre español de 27 años. Los policías se disponían detenerle en breve como autor de los delitos de malos tratos y retención ilegal.