Un paracaidista de 41 años se encuentra en estado muy grave en el Hospital de Castelló tras una caída sin control después de chocar accidentalmente en el aire con su compañero de salto, golpe que lo dejó inconsciente. Por fortuna, el paracaídas de emergencia funcionó correctamente, lo que evitó que el accidente aéreo acabara con consecuencias mortales, aunque al haber perdido la consciencia acabó estrellándose contra la valla perimetral de una casa de campo en las inmediaciones del Grao de Castelló.

Los hechos sucedieron sobre las tres y media de la tarde del pasado viernes, cuando los dos amigos, ambos de nacionalidad polaca, contrataron un salto en la empresa Sky Time, que opera en el aeródromo de Castelló, y cuyos responsables no han querido ofrecer su versión pese a los reiterados ofrecimientos de este diario. Todo iba bien hasta que, después de haber saltado de la avioneta que los subió hasta la altura necesaria (unos 4.000 metros), colisionaron ambos durante la fase de caída libre. Uno de ellos, Rafaul S., de 41 años, recibió el golpe en la cabeza, lo que provocó que perdiera el conocimiento, tras lo cual siguió descendiendo sin control hasta que se activó el paracaídas de emergencia, frenando la caída libre, en el momento en que llegó a una altitud mínima determinada y que superó la velocidad límite de emergencia, 35 metros por segundo.

"El pobre chico salió muy mal parado. Estábamos comiendo y se oyó un estruendo enorme"

Aún así, el deportista, que no recuperó la consciencia, siguió cayendo de manera descontrolada, sin poder elegir el punto de aterrizaje. Finalmente, se estrelló contra la valla exterior de una casa de campo de la partida la Mota de la Marjaleria, en el Serradal de Castelló. El brutal impacto se produjo de manera frontal, por lo que sufrió severas fracturas y traumatismos no solo en la mandíbula, partida por varios puntos, sino también en el resto de la cara. El segundo paracaidista trató de seguirlo y tomó tierra en un huerto próximo, sin que precisara atención médica. Ambos acabaron cayendo a pocos cientos de metros de su destino previsto, el aeródromo del Grao de Castelló.

Grabado con su propia cámara GoPro

Toda la secuencia desde la colisión con su compañero hasta la caída sobre la casa quedó registrada en la grabación en vivo que estaba realizando con la cámara GoPro que llevaba en su casco, grabación que la Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación, ha confiscado para adjuntarla al atestado policial que ya ha sido entregado en el juzgado.

Nada más producirse el accidente, un vecino de La Mota alertó al 112, que envió al lugar un equipo médico del SAMU con una ambulancia de soporte vital avanzado. "El pobre chico salió muy mal parado. Estábamos comiendo y se oyó un estruendo enorme", explicó uno de los residentes a este periódico. Otro incidió en que los daños registrados en la casa por la caída han sido reparados en las últimas horas.

La víctima fue evacuada al Hospital General con politraumatismos y, después de tres días en la UCI, por fin el lunes pudo ser llevado a una habitación tras mejorar su estado, tal como confirmaron a este diario fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) y del citado centro hospitalario. 

Tres casos idénticos en 12 años

Este es el tercer caso prácticamente idéntico que se registra en el aeródromo en los últimos 12 años. En diciembre de 2010, fueron también dos los deportistas que colisionaron durante la caída libre posterior al salto durante un ejercicio práctico. En aquella ocasión, ambos acabaron cayendo al mar, de donde tuvieron que se rescatados antes de prestarles atención sanitaria y evacuarlos al Hospital General de Castelló. Como en el caso sucedido ahora, aunque uno de ellos quedó inconsciente en la caída, su paracaídas de emergencia se abrió, lo que acabó salvándole la vida. Un tercer paracaidista, que acudió a nado hasta el punto del impacto junto a otros compañeros, también acabó hospitalizado con síntomas de hipotermia, igual que los dos accidentados.

El segundo episodio se produjo hace ahora cuatro años, en junio de 2018, cuando otros dos paracaidistas chocaron en el aire y a una velocidad de 200 kilómetros por horatras saltar de una avioneta a la misma altitud, 4.000 metros, la habitual para este tipo de prácticas. Uno de ellos también perdió el conocimiento y acabó chocando contra un árbol, primero, y una casa, después. Como ahora, la apertura del paracaídas de emergencia amortiguó el impacto y le salvó la vida El segundo deportista cayó muy cerca, junto a otra vivienda. En los dos casos, cayeron a tierra muy cerca del aeródromo de Castelló, de donde habían partido tras contratar un salto con la misma firma, Sky Time.