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Naufragios

Un marinero del 'Piedras': “En la máquina avisaron que el agua subía mucho”

“Nos alertaron para que cogiéramos las bombas de achique”, explica Essalmi, que declaró junto al resto de la tripulación del arrastrero que naufragó en Gran Sol

El 'Piedras', antes del naufragio. Irish Air Corps

El 'Piedras' pasó diez horas en el puerto de Castletownbere antes de regresar al caladero. Allí descargaron las capturas de la marea, metidas luego en un camión refrigerado que partió en dirección a Vigo, práctica común de los buques gallegos que faenan en Gran Sol. Aquella escena, habitual también para los lugareños de la pequeña localidad al sur de Irlanda, tuvo lugar el pasado domingo. Lo que no sabían entonces es que sería la última vez que verían al arrastrero de Marín de bandera inglesa. Aunque la lonja olívica subastó el jueves el pescado, el buque se quedó en el fondo del histórico caladero, a 64 millas de tierra, a primera hora de la tarde del miércoles.

Aquella mañana, y pese a los esfuerzos de la tripulación, el agua se fue tragando poco a poco el barco hasta que desapareció en un día soleado y en medio de un mar en calma, lo que dio tiempo a los 11 marineros a ser rescatados. Lacehn Essalmi era uno de ellos. El pescador estaba en la cubierta cuando le dieron el aviso de que algo iba mal. “No sabíamos bien qué pasaba en la máquina, pero los que estaban allí avisaron de que el agua estaba subiendo mucho”, relata para Faro de Vigo ya desde tierra. El jueves la tripulación al completo empezó a prestar declaración ante los investigadores ingleses (por la bandera del barco) e irlandeses (por las aguas en las que naufragó) y entre el viernes y el sábado se espera que puedan viajar para regresar a Galicia y empezar a dejar atrás el susto. “No sabemos qué pasó, pero estamos todos bien”, añade.

El 'Armaven Uno', el buque de Vigo que los rescató, arribó al muelle de Castletownbere a última hora del miércoles. A bordo iban los 11 marineros y también la balsa salvavidas que utilizaron para salir del pesquero cuando empezó a escorar peligrosamente. Varios coches y un equipo de voluntarios de los guardacostas del país los esperaba a su llegada. “Todos parecían estar bien”, explica una de las voluntarias, Pauliina Kauppila, que captó con su cámara a los tripulantes.

Entre ellos estaba Lacehn Essalmi Frache, marinero marroquí de 59 años. “Nosotros estábamos en la cubierta cuando todo pasó”, comenta en relación a la vía de agua de la que avisó el patrón del barco, Jorge Otero, tanto a las autoridades como a su homólogo del 'Armaven Uno', Jesús Rea. “A nosotros nos avisaron para que cogiéramos las bombas para achicar”, indica.

Otero y el maquinista, José Antonio Farto, fueron los últimos en abandonar el barco, ya que trataron de salvarlo durante las horas es las que escoraba poco a poco, siempre con el 'Armaven Uno' cerca y bajo la vigilancia de los guardacostas irlandeses. En ese momento, las imágenes tomadas tanto del avión como del helicóptero desplazados al lugar de los hechos mostraban humo saliendo del arrastrero. Se había declarado un fuego. “No sabemos de dónde salió el fuego”, comenta Essalmi, que recuerda que a él solo le llegaron noticias del agua que entraba por una vía a la sala de máquinas.

Tanto este marinero marroquí como el resto de la tripulación (compuesta por siete españoles, dos ghaneses y dos marroquíes) empezó ayer el proceso para intentar regresar a casa, que comenzó con la declaración ante los inspectores de la MCIB (Marine Casualty Investigation Board) de Irlanda y de la MAIB (Marine Accident Investigation Branch) británica, homólogos de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos de España, la Ciaim, que ya descartó participar en la investigación al no tener la competencia. Además, el capitán deberá realizar lo que se conoce como “protesta de mar”, en la que deberá explicar y firmar de forma breve lo que sucedió a bordo.

El propio marinero reconoce que ahora están a la espera de que se resuelva todo el papeleo necesario. “Nos dijeron que mañana [por hoy] o dentro de dos días volveríamos”, comenta. Fuentes cercanas a la armadora del buque, Nia Ltd., explican también que los tripulantes volarían hoy de Dublín a Santiago si la toma de declaración ante ambas comisiones culmina, como muy tarde, a primera hora de esta mañana. Lo mismos trasladó el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones. “Como siempre, el Gobierno está a disposición de la Armadora y allí, con la Embajada, bien presente”, comentó.

El 'Piedras' se hundió pasadas las 14.00 horas del miércoles tras avisar de la vía de agua cuatro horas antes. Era un buque de 46 años de antigüedad y de 36 metros de eslora. El naufragio se produjo tres meses y medio después del que sufrió el 'Villa de Pitanxo', también de Marín. Este fue el mayor siniestro en la flota gallega en los últimos 44 años: dejó 21 muertos entre los 24 tripulantes. Precisamente uno de los supervivientes, Samuel Kwesi, había trabajado antes en el Piedras.

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