Caso Abierto - Diario de Mallorca

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Inspectores de Policía, jefes de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam)
Entrevista

Víctor M. García y David López del Val: «La prostitución infantil no afecta solo a niñas tuteladas, también las hay que están en sus casas»

Los investigadores de la Policía desmienten que lugares como la Estación Intermodal sean un centro de explotación sexual de menores

Los inspectores Víctor Manuel García y David López del Val, de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional. Guillem Bosch

El inspector Víctor Manuel García es el jefe de la Unidad de Familia y Mujer (Ufam) de la Policía Nacional de Palma, y David López del Val es su responsable de investigación. La Ufam, grupo especializado en casos de violencia de género, delitos sexuales y menores, ha trabajado intensamente durante el último año en el fenómeno de la prostitución de niñas tuteladas en Mallorca.

He recopilado las diferentes operaciones que ha realizado su grupo contra la prostitución de menores tuteladas. En los últimos dos años han detenido a 35 personas.

David López del Val: Son más. Solo en el último año llevamos más de cuarenta detenidos, aunque no todos tienen la misma trascendencia.

Cuarenta detenidos en un año es muchísimo. ¿Qué explicación tiene esto?¿Por qué hay tanta incidencia en Mallorca?

DLV: Este fenómeno no es nuevo ni se da solo en Mallorca. Lo que pasa es que ahora, por una serie de circunstancias, se ha dado más a conocer. Además se han utilizado vías nuevas de investigación que permiten descubrir cosas que antes no trascendían.

Porque una de las dificultades que entrañan estas investigaciones derivan de la falta de colaboración de muchas víctimas, que no denuncian.

Víctor Manuel García: Efectivamente, una de las circunstancias con las que nos encontramos es que las víctimas no solo no denuncian, sino que muchas veces lo niegan. Lo que ocurre es que en Mallorca se ha visibilizado mucho, aquí se ha decidido informar sobre todas estas intervenciones policiales, porque es una manera de combatir estos delitos. Cuando ves que hay tantos detenidos, que sabes que la Policía va a actuar, que si tienes relaciones sexuales con una menor puedes ser detenido y condenado a una pena de prisión, es una forma de evitar nuevos delitos.

Precisamente tengo la sensación de que estos delincuentes se vieron beneficiados durante muchos años por la opacidad que envolvía el mundo de las menores tuteladas.

DLV: Yo puedo hablar del tiempo que llevo en el grupo, que es poco más de un año. Y aunque la colaboración del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) es mejorable, también es cierto que la mayoría de los temas que salen parten de las comunicaciones que llegan desde el IMAS. El IMAS nos comunica las situaciones anómalas que detecta, como una menor que se fuga y regresa con un teléfono móvil nuevo. Eso nos permite iniciar investigaciones, que a veces quedan en nada, y a veces acaban en detenciones por explotación sexual. Pero ojo, que este problema no afecta solo a las menores que están en los centros tutelados. También hay chicas que están con sus familias, y esto no nos lo comunican. Y también hemos descubierto casos de menores que se prostituyen cuando están en centros tutelados, que ya lo hacían antes, cuando estaban en sus casas

¿Han detectado un cambio en los protocolos del IMAS?

DLV: El principal cambio es que han constituido la figura de una coordinadora ESCIA (Explotación Sexual Comercial Infantil y Adolescente), que unifica todas las sospechas de explotación sexual que tienen y nos las pasa en un informe. El hecho de que esté unificado en una persona evita que se pierdan informaciones.

VMG: Tenga en cuenta que son actos muy de puertas para adentro. Las víctimas lo niegan o lo difuminan y nosotros tenemos que probar que se ha cometido el delito. Estas niñas en principio tienen muchos reparos a la hora de hablar con nosotros, y tenemos que derribar ese muro poco a poco, crear un clima de confianza con ellas, para que se expresen y te cuenten lo que ha pasado.

¿Y han llegado a conseguir crear este clima de confianza con ellas?

DLV: Esto se consigue a largo plazo. Cuando está sucediendo es difícil, porque puede que alguna de sus amigas estén implicadas y no quieren complicarlas. Además estas niñas no tienen herramientas para gestionar estos problemas. Así que muchas prefieren callarse.

Sus investigaciones han determinado que no hay un grupo organizado detrás de estos casos.

VMG: No hay un grupo criminal estructurado como se entiende en términos policiales, con diferentes funciones y una jerarquía. Es más bien un fenómeno extendido y normalizado por parte de las menores. Funciona mucho el boca a boca entre ellas, y aunque podemos detener al hombre que ha tenido relaciones sexuales con alguna de ellas, muchas veces te encuentras con que la menor sigue prostituyéndose.

Lo cierto es que mientras haya hombres dispuestos a pagar por tener sexo con menores y mientras haya menores vulnerables habrá prostitución infantil. ¿Qué se puede hacer, más allá del trabajo policial?

DLV: Esto es un problema social. Hay que dar herramientas a las menores para que puedan desarrollar su personalidad sin estas disfunciones. Ellas son víctimas, evidentemente. Pero aunque nosotros podemos detener a un sinfín de corruptores, mientras ellas lo sigan haciendo, seguirán encontrando estos clientes.

VMG: Educación. Hay que intentar reducir la vulnerabilidad de estas niñas, porque no tienen conciencia de lo que están haciendo, y siempre va a haber gente que intente aprovecharse de ellas.

Es un fracaso de las instituciones.

VMG: Es un fracaso de todos. Hay muchos casos de niñas que ya están mal cuando están con sus familias, y que ya han empezado con estas prácticas. Y entonces interviene el IMAS, les retiran la custodia, las trasladan a un centro tutelado, pero continúan haciéndolo. Y aquí fracasan las instituciones, porque si tú asumes la tutela de esta menor, lo que tienes que hacer es educarla, darle valores para evitar que caiga en esto. Que en los centros lo intentan evitar, claro, pero ellas salen porque no pueden estar encerradas. Y te encuentras con que una niña se escapa un fin de semana y vuelve el lunes con ropa nueva, y eso supone una tentación para las otras chicas.

¿Hasta qué punto ha influido el trabajo policial en que se hayan descubierto tantos casos en Mallorca?

DLV: Es verdad que se ha potenciado la unidad, y se ha dedicado gente en exclusiva a investigar este tipo de hechos. Pero también es cierto que algunos aspectos se han magnificado, como es el caso de la Estación Intermodal. Lo hemos investigado a fondo y le puedo confirmar que no es un centro de prostitución de menores.

¿Cómo contactan los corruptores con las niñas?

DLV: Funcionan fundamentalmente a través de redes sociales y webs de contactos, y a través de otras menores. Pero no hay un sitio concreto, ni la Estación Intermodal ni, por ejemplo, la que se conocía como la Casa del Terror. Allí no se prostituían menores. Lo que pasaba allí es que estaban los okupas, e iban menores allí, que bebían y se drogaban, y estos se aprovechaban de su vulnerabilidad. Pero no era prostitución, eran otros delitos.

¿Los clientes responden a un perfil determinado?

DLV: Hay de todo. Lo más raro son los que buscan a menores específicamente. Suelen ser clientes de prostitución que se encuentran a las menores

VMG: No hay una edad determinada. Tienes personas de quince años que abusan de niñas y tienes personas de setenta años. El abanico es muy amplio, y no hay un perfil definido.

La Ufam no solo se encarga de los delitos relacionados con menores, sino también de casos de violencia de género y delitos sexuales. Combate un espectro delictivo muy amplio. ¿Qué es lo que les da más trabajo?

VMG: Lo más trabajoso son los delitos sexuales, por la dificultad de la investigaciones y la sensibilidad social que hay en torno a ellos. Y luego también la violencia de género, que es un tema muy sensible. Es que somos una unidad que trabaja los delitos más sensibles. Porque un robo, bueno, puede ser duro, pero que te violen te afecta en lo más profundo.

¿Cuántas mujeres tienen acogidas a medidas de protección?

VMG: Ahora mismo hay más de ochocientas mujeres protegidas en Palma.

Son muchas. Y de ellas, ¿cuántas en riesgo alto?

VMG: En riesgo extremo, que implica vigilancia las 24 horas, no tenemos ninguna. Pero en riesgo alto sí, entre diez y veinte, va variando.

¿Han detectado casos de violencia de género en parejas más jóvenes, incluso de menores?

VMG: Sí lo hemos notado. Hay casos de parejas que igual tienen 16 o 17 años, y el control es absoluto. Le controlan el móvil, con quién habla, qué ropa se pone...

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La Ufam no solo se encarga de los delitos relacionados con menores, sino también de casos de violencia de género y delitos sexuales. Combate un espectro delictivo muy amplio. ¿Qué es lo que les da más trabajo?

VMG: Lo más trabajoso son los delitos sexuales, por la dificultad de la investigaciones y la sensibilidad social que hay en torno a ellos. Y luego también la violencia de género, que es un tema muy sensible. Es que somos una unidad que trabaja los delitos más sensibles. Porque un robo, bueno, puede ser duro, pero que te violen te afecta en lo más profundo.

¿Cuántas mujeres tienen acogidas a medidas de protección?

VMG: Ahora mismo hay más de ochocientas mujeres protegidas en Palma.

Son muchas. Y de ellas, ¿cuántas en riesgo alto?

VMG: En riesgo extremo, que implica vigilancia las 24 horas, no tenemos ninguna. Pero en riesgo alto sí, entre diez y veinte, va variando.

¿Han detectado casos de violencia de género en parejas más jóvenes, incluso de menores?

VMG: Sí lo hemos notado. Hay casos de parejas que igual tienen 16 o 17 años, y el control es absoluto. Le controlan el móvil, con quién habla, qué ropa se pone...

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