Los cinco adolescentes de la ‘manada de Corea’ reconocieron ayer que violaron uno tras otro a una niña de 13 años tutelada por el IMAS y aceptaron sendas condenas de un año de internamiento en régimen cerrado. Además, aceptaron indemnizar con 8.500 euros a la víctima. Los chicos admitieron su responsabilidad durante una vista celebrada a puerta cerrada en un juzgado de menores tras el acuerdo alcanzado entre sus abogados y la fiscalía, que reclamaba inicialmente entre dos y tres años de reclusión por delitos de agresión sexual y lesiones. La Policía Nacional blindó el edificio de sa Gerreria, donde se congregaron una veintena de allegados a los acusados, para evitar incidentes.

Los acusados tenían entre 14 y 16 años cuando ocurrieron en los hechos, en la madrugada del 25 de diciembre de 2019. Estaban de fiesta en el domicilio de otro menor, que llegó a ser detenido pero murió durante la investigación del caso, en la barriada palmesana de Corea. Una amiga suya llegó a la vivienda acompañada de una niña de 13 años, tutelada por el IMAS y que se había fugado del centro de acogida en el que vivía. La niña estaba bajo los efectos del alcohol y las drogas, en un estado que según la fiscalía era «evidente y perceptible para cualquiera» y anulaba su «capacidad para discernir y comprender el alcance de sus actos»

Los adolescentes se aprovecharon de esta situación para violarla por turnos. Mientras le daban guantazos y la amedrentaban, la llevaron a una habitación donde uno tras otro la forzaron a mantener relaciones sexuales. Esa misma noche, uno de los menores llevó a la niña en un coche hasta la zona de Can Blau, donde volvió a intimidarla y la abofeteó para violarla otra vez. Cuando regresaron al domicilio de Corea, otro de los adolescentes consumó una nueva agresión sexual.

La víctima narró lo ocurrido a una educadora al día siguiente y se presentó una denuncia ante la Policía Nacional. La Unidad de Familia y Mujer (Ufam) abrió una investigación y poco después detuvo a los cinco menores condenados ayer y a otro que falleció durante la tramitación de la causa. También fueron arrestados la adolescente que llevó a la niña a la casa y un joven de 19 años que estaba en la vivienda, pero su implicación no quedó acreditada y se archivaron las actuaciones contra ellos.

Los menores siempre negaron haber forzado a la víctima y en sus sucesivas declaraciones, tanto ante la Policía Nacional como en la fiscalía alegaron que las relaciones sexuales fueron consentidas. Ayer, sin embargo, admitieron ante la jueza que violaron a la niña y se declararon autores de delitos de agresión sexual y lesiones, por el que cumplirán un año de internamiento en un centro de menores y deberán seguir un programa de libertad vigilada.