Un vecino de Sencelles ha sido condenado a tres meses de prisión por la muerte de una perra a la que no llevó al veterinario ni trató de la grave enfermedad que padecía. El acusado se declaró autor de un delito de maltrato grave a animal doméstico tras el acuerdo alcanzado con la fiscalía, que incluye la suspensión de la pena de prisión y una inhabilitación de un año para poder tener animales.

Los hechos ocurrieron en el verano de 2018. El condenado, de 71 años, tenía una perra en una finca de la localidad de Sencelles. El animal padecía piometra y leishmaniosis, enfermedad que eran evidentes por los graves síntomas. El can estaba muy desnutrido, apenas tenía masa muscular y grasa corporal, presentaba ulceraciones y era incapaz de mantenerse en pie.

A pesar de ello, el acusado no la llevó al veterinario, lo que provocó en la perra un constante y creciente sufrimiento hasta que fue sacrificada por veterinarios del Centre de Protecció d’Animals Domèstics (Cepad).

La fiscalía reclamaba inicialmente una condena de un año de prisión para el dueño del animal y tres años de inhabilitación, pero rebajó su petición tras el acuerdo de conformidad alcanzado con el procesado.