El boxeador francés Xabier Moingeon, afincado en València desde hace décadas, aceptó el lunes una pena de dos años y nueve meses de prisión por intentar estrangular a su vecina el pasado mes de junio tras utilizar una bombona de butano a modo de ariete cuando subió a recriminarle por el ruido. El condenado por un delito de homicidio en grado de tentativa se enfrentaba inicialmente a ocho años de cárcel, pero tras el acuerdo de conformidad alcanzado ha visto considerablemente reducida su pena. Su defensa incluso solicitó la suspensión de la misma como medida excepcional tras haber pagado la responsabilidad civil y carecer de antecedentes computables.

El acusado, de 51 años y fundador de una escuela de boxeo en el barrio de Monteolivete, reconoció el lunes ante la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia haber intentado matar a su vecina después de que ésta le abriera la puerta esgrimiendo un cuchillo. Tras arrebatarle el arma blanca, le golpeó fuertemente en la cabeza y una vez su víctima estaba en el suelo, trató de estrangularla colocándole el antebrazo en el cuello y presionando con el otro. De no ser porque en ese preciso momento fue sorprendido por la Policía Nacional, el ahora condenado habría acabado con su vida.

Una bombona de butano a modo de ariete

Los hechos ocurrieron sobre las 16.30 horas del 2 de junio de 2021 en una finca de la calle Pere Aleixandre de València cuando el acusado subió al domicilio de su vecina en un estado de alteración y gritando para recriminarle por el ruido que ésta estaba haciendo. Así, trató de abrir la puerta golpeándola con una bombona de butano a modo de ariete. 

La policía sorprendió al acusado cuando estaba a punto de asfixiarla, unos minutos más tarde y habría muerto

La mujer, de 64 años, le abrió tras coger un cuchillo de cocina para protegerse, tratando de mantener la distancia con su agresor. No obstante, aprovechando sus conocimiento de lucha, el acusado logró arrebatarle el arma y la golpeó con fuerza en la cabeza. 

Por suerte, nada más iniciarse el incidente la mujer había telefoneado al 112 alertando de la agresividad de su vecino. Rápidamente varias patrullas de la Policía Nacional acudieron al domicilio y evitaron el crimen tras sorprender al ahora condenado en el suelo sobre su víctima tratando de estrangularla.

La Sala aprecia las circunstancias atenuantes de reparación del daño –por haber pagado 7.140 euros de los 8.000 de responsabilidad civil– y alteración psíquica por consumo de alcohol. La sentencia in voce le impone dos años y nueve meses de prisión, siete de libertad vigilada y una prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de su víctima y comunicarse con ella durante un plazo de diez años.