«¡No he hecho nada, no me ha dado tiempo de traficar!». Con estas palabras Francisca Cortés Picazo, La Paca, proclamó ayer por la tarde su inocencia a gritos mientras descendía del furgón de la Guardia Civil y era introducida en los Juzgados de Vía Alemania.

Antes de traspasar el umbral, propinó un manotazo a un periodista mientras espetaba un tajante «¡versus!». La matriarca de Son Banya fue detenida el jueves en la operación Origen entre una treintena de personas en una redada antidroga de la Guardia Civil. De estos, 25 fueron llevados ayer ante el juez.

La Guardia Civil pone ante el juez in extremis a los detenidos en la redada | L.M.

Los juzgados de Vía Alemania quedaron tomados por un dispositivo de agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) de la Guardia Civil. Paralelamente, una multitud trataba de arropar a los detenidos al tiempo que no paraba de increpar a los informadores.

La Guardia Civil pone ante el juez in extremis a los detenidos en la redada | L.M.

La hora de la puesta a disposición judicial de los detenidos, sobre las ocho de la tarde, era especialmente atípica. Los investigadores del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil exprimieron al límite el máximo de 72 horas que contempla la Ley de Enjuiciamiento Criminal antes de llevar a un detenido ante el juez.

La Guardia Civil pone ante el juez in extremis a los detenidos en la redada | L.M.

Muchedumbre de allegados

Los primeros arrestados fueron descendiendo de un autocar estacionado en la misma Vía Alemania. Un cordón de la Guardia Civil les franqueaba el paso a la sede judicial al tiempo que contenía a la muchedumbre de allegados, que no paraba de insuflarles ánimos de cara a su comparecencia ante el juez.

La Guardia Civil pone ante el juez in extremis a los detenidos en la redada | L.M.

Otra parte de los arrestados, entre ellos La Paca, fueron introducidos por la rampa de la calle Parellades en el interior de un furgón para acceder a la sede judicial. Muchos acompañantes se arremolinaron tras el portón del aparcamiento.