El médico que grabó con cámaras ocultas a 94 mujeres en los vestuarios y los aseos del hospital Mateu Orfila de Maó (Menorca) y de su propia casa aceptó ayer una condena de cinco años de cárcel. El acusado reconoció en la vista celebrada en la Audiencia de Palma que entre 2016 y 2018 filmó con dos teléfonos móviles que escondía a compañeras de trabajo y familiares de pacientes y se declaró autor de 94 delitos de revelación de secretos tras el acuerdo alcanzado entre la fiscalía, su abogado y los letrados de los perjudicados.

El hombre aceptó también indemnizar a las víctimas con 270.000 euros en total. El pacto incluye apreciar dos atenuantes: una de reparación del daño porque había consignado ya 50.000 euros para compensar a los afectadas y otra de alteración mental porque sufre un trastorno de voyeuerismo y adaptación que mermaba sus capacidades.

La Policía Nacional encontró en sus dispositivos más de 2.300 grabaciones.