Cuatro módulos de la prisión de Palma permanecen confinados, mientras que unos 35 internos han sido trasladados a un departamento de aislamiento sanitario por dar positivo en covid. El Centro Penitenciario ha suspendido los permisos y los vis a vis, mientras se mantienen los contactos en los locutorios y se han ampliado las comunicaciones telefónicas.

Es la consecuencia de un brote de coronavirus que ha afectado a la prisión de Palma desde las pasadas navidades. Con la detección de los primeros casos de covid entre los internos, la dirección del centro puso en marcha el protocolo previsto para tratar de contener la epidemia. De inmediato se suspendieron los permisos de salida y los contactos vis a vis de los internos con sus familiares. Se han mantenido las visitas en los locutorios, en los que hay una mampara de separación, y se han ampliado el sistema de videollamadas. Cuatro de los módulos de la prisión están actualmente confinados. Los internos hacen vida normal en el interior del módulo, pero no pueden salir al patio ni tener contacto con los otros módulos.

Fuentes del Centro Penitenciario han confirmado que en la actualidad tienen a 35 internos que han dado positivo aislados en un departamento sanitario especial. Ninguno de ellos registra síntomas graves ni ha requerido hospitalización. De ellos, diecisiete evolucionan bien y se espera que reciban el alta en los próximos días.

El mismo director de la prisión, Francisco Baldonedo, dio positivo hace dos semanas y tuvo que permanecer confinado varios días, aunque no presentó síntomas, y ya se ha reincorporado a su puesto.