Un ciudadano alemán de 82 años se suicidó ayer en una casa de campo en Formentera tras herir a tiros a su nieto, de 22 años, y a su nuera, de 49. Los miembros de la familia mantenían muy malas relaciones y ya habían protagonizado varios altercados violentos anteriores que habían obligado a intervenir a la Guardia Civil y a la Policía Local. El anciano utilizó una pistola que no estaba registrada y para la que no tenía licencia.

El tiroteo ocurrió sobre las nueve de la mañana en una casa de campo ubicada en la zona de Can Miquel Martí, en Migjorn. Tras recibir los primeros avisos se desplazaron al lugar dotaciones de la Guardia Civil, la Policía Local y una ambulancia del 061.

Según los primeros datos recabados en la zona, el suceso se produjo en el exterior de la vivienda. Las mismas fuentes de la investigación detallan que el hombre habría amenazado con la pistola a su nuera a través de la ventanilla del coche cuando se disponía a llevar a uno de sus hijos, menor de edad, al colegio. 

Un joven de 22 años, nieto del anciano e hijo de la mujer, habría sido testigo de las amenazas y trató de socorrer a su madre. Tras intentar inmovilizar al presunto agresor, este habría logrado zafarse y le habría disparado dos veces. Después, y según las mismas fuentes, se apartó hacia unos árboles cercanos y allí se disparó en la cabeza.

El equipo de la ambulancia que llegó poco después al lugar se encontró con el anciano, extremadamente grave con un disparo en la cabeza, mientras que el joven estaba también grave, con una herida de arma de fuego en el glúteo. La mujer había sido alcanzada también por una bala, al parecer un rebote, y tenía una herida superficial en la axila, considerada muy leve.

El anciano fue trasladado con urgencia al hospital de Formentera, pero falleció en el centro sanitario. Mientras tanto, su nieto fue conducido también al hospital de la isla, donde fue estabilizado. El Ib-Salut activó un helicóptero medicalizado, con un equipo médico a bordo, para trasladarle durante la mañana al hospital de Can Misses, en Eivissa.

El joven estaba consciente pero su estado era grave. En el hospital de Eivissa se activó el Código Trauma en el que participan los servicios de Cirugía, Anestesia, Traumatología, Urgencias y UCI.

Mientras tanto, la Guardia Civil abrió una investigación para determinar las circunstancias exactas del tiroteo. Los agentes comprobaron que el anciano no tenía licencia de armas y que la pistola que utilizó no estaba registrada en España, por lo que se sospecha que la pudo haber introducido ilegalmente en el país. 

En el domicilio había otros dos familiares cuando ocurrieron los hechos, que están pendientes de prestar declaración. 

Al parecer el anciano tenía malas relaciones con su nuera desde hace tiempo y ya había protagonizado otros altercados que obligaron a intervenir a la Guardia Civil y la Policía Local.