“La infraestructura son los pisos, y la mercancía es la mujer”, ha resumido este martes Carlos Rio-Miranda Iglesias, comisario jefe de la Brigada Central de Trata de Seres Humanos, uno de los responsables de la Operación Goliath de la Policía Nacional, que ha desmantelado una importante red china de trata de seres humanos para explotación sexual. Y al decirlo ha descrito en muy pocas palabras la tenebrosa base de la prostitución de mujeres extranjeras en España.

Son 63 detenidos y 15 viviendas y locales registrados. La Brigada Central de Trata de la Policía, y los grupos dedicados a esta rama delictiva en las jefaturas superiores de Zaragoza y Bilbao -todas con dependencia de la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades Documentales. (UCRIF CENTRAL)- han desarrollado durante seis meses una investigación que ha derribado a un entramado cuyos líderes ya llevaban al menos diez años de carrera como esclavistas en España.

El operativo se ha desarrollado en Zaragoza, Bilbao y Madrid, pero hay un origen delicuencial de la líder de la red en Barcelona, donde fue detenida por primera vez hace 14 años. En Valencia y otras ciudades españolas, algunos locales de esta trama también fueron desmantelados por la Policía en diversas fases de la Operación Cocó, en 2012.

El caso no solo destaca diez años después por la suciedad y la sordidez lamentable en que ahora vivían sus víctimas, también por dos novedades poco frecuentes entre los inmigrantes asiáticos: ha sido un ciudadano chino el que se ha animado a denunciar, y una víctima china la que ha superado los enormes recelos con que llegan a España y se ha atrevido a hablar con la Policía.

Pagar por ser esclava

El pasado día 23 de noviembre, una de esas "mercancías" chinas llegaba a Bilbao procedente de Barcelona con 8.000 euros en efectivo en el bolso. Culminaban ese día investigaciones iniciadas con una denuncia en mayo de 2021. El dinero era para pagar por contratos falsos de trabajo con los que obtener una legalización para su estancia en España. Entre 8.000 y 10.000 euros cobraba a cada afectada una de las patas de la organización, una red de amaño de papeles y facilitación de la inmigración Ilegal radicada en la capital vizcaína.

Las chinas llegaban a España con visado de turista, pero al cabo de tres meses tenían un problema de documentación que arreglar viajando a Euskadi. La Policía calcula que esta rama llevaba ganados cinco millones de euros con su gestoría ilegal, para la que era necesaria una red de decenas de empresas pantalla y de empadronamientos ficticios. Se desconoce aún cuántas mujeres chinas han sido legalizadas en falso por esta trama.

La otra pata de la trama estaba en Zaragoza, donde ha sido capturada la líder de la organización criminal, una mami principal que ya había sido detenida hace 14 años en Barcelona. Esta mujer china tiene contactos en numerosas aldeas de su país. Y esa agenda es importante, porque son las captadoras rurales la clave del inicio de estas cadenas de esclavitud. Allí hacen sus promesas a las más pobres: "Vas a poder estudiar y trabajar, vivirás mejor, el viaje te lo paga mi amiga y ya se lo devolverás poco a poco..."

Las viajeras contraían una deuda de alrededor de 40.000 euros que crecía con los intereses, y de la que era imposible salir. El trabajo para pagarla es la prostitución sin horarios ni libranzas, en habitaciones decoradas para los clientes... las únicas limpias de los pisos registrados, donde las chicas vivían "en condiciones lamentables, durmiendo en camastros, junto a la comida y la ropa sucia...", ha contado este martes a los medios el inspector Rubén De la Vallina, jefe del Grupo 9 de la Brigada Central contra la Trata.

Distribución de droga

Las esclavas no solo vendían su cuerpo. La organización las obligaba a vender también hachís, cocaína, ketamina y otras drogas a sus clientes. Las mujeres quedaban vinculadas a sus explotadores de por vida, y en los pisos ejercían su servidumbre "bajo vigilancia de alguna antigua víctima de explotación", ha relatado el comisario Rio-Miranda Iglesias.

Cinco mujeres han sido liberadas en los golpes que la Policía ha dado en Zaragoza a pisos de prostitución en el marco de esta operación. Las redes de Aragón y de Euskadi trabajaban juntas en un beneficio compartido: a los captadores no les interesa perder la inversión que han realizado trayéndose una chica por el simple hecho de que la Policía la pille indocumentada.

"La operación sigue abierta, y no se pueden descartar nuevas detenciones" ha advertido el jefe de UCRIF en Bilbao, Víctor Cuevas. De hecho, los agentes examinan una gran cantidad de documentación incautada que puede llevar a nuevos golpes contra pisos de prostitución.

Para que los agentes hayan podido entrar en las impenetrables mafias chinas, lo cual es poco frecuente por su dificultad, el jefe de grupo de la UCRIF en Zaragoza, Carlos Alicio, ha destacado el valor de un teléfono: 900105090. Es el número en el que la Policía escucha cualquier denuncia relacionada con la trata de seres humanos.