Un total 216 detenidos, 32 de ellos en España, y más de 10.000 migrantes identificados procedentes de 61 países es el balance de un operativo internacional coordinado por Interpol contra las organizaciones criminales dedicadas al tráfico de migrantes y la trata de personas en todo el continente americano.

En la operación Turquesa III, llevada a cabo entre el 29 de noviembre y el 3 de diciembre, los organismos policiales de 34 países, coordinados por Interpol, llevaron a cabo actuaciones contra redes delictivas dedicadas la captación y favorecimiento de la inmigración ilegal y trata de seres humanos, con especial atención a las rutas utilizadas por estas mafias dentro del área geográfica de América Latina y el Caribe.

Durante el desarrollo de la fase operativa, en la que ha participado la Policía Nacional española, se ha liberado a 127 víctimas de trata con fines de explotación sexual o laboral y se ha detectado a más de 10.000 migrantes irregulares de 61 nacionalidades diferentes.

Todos estos resultados y sus correspondientes investigaciones han permitido a los países participantes descubrir nuevas rutas y nuevas líneas de investigación que permitirán seguir luchando contra la comisión de esta actividad delictiva, según subraya en un comunicado la Policía Nacional.

Para coordinar esta operación a nivel internacional Interpol estableció dos puntos de control; el primero de ellos, de apoyo internacional en la Ciudad de México como Centro de Coordinación y, un segundo punto de carácter regional para los países del Caribe, en Barbados.

En España la operación se ha desarrollado, con las limitaciones propias de la situación de pandemia actual, en distintos puntos denominados calientes por parte de agentes pertenecientes a la Policía Nacional.

Así, el operativo ha permitido la desarticulación de dos grupos criminales. El primero de ellos dedicado al tráfico ilegal de migrantes con el uso de documentación falsificada cuyas víctimas eran originarias de Marruecos, único país participante en la operación Turquesa III del continente africano.

Mientras, el segundo ha permitido la desarticulación de una red dedicada a la trata de seres humanos y tráfico de drogas. Esas operaciones han arrojado un balance final de 32 detenidos de distintas nacionalidades.

Se establecieron controles conjuntos con agentes lusos en los puestos fronterizos de Quintanilha-Alcañices, Valença do Minho–Tuy, Caya–Elvas, Vilar Formoso–Fuentes de Oñoro y Ayamonte–Castro Marim.

En el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas durante se prestó especial atención al control de los vuelos con origen en países sudamericanos, susceptibles de ser utilizados por los grupos criminales como ruta de introducción de inmigración ilegal en Europa.

A pesar del bajo nivel de tráfico aéreo debido a la situación sanitaria actual, se han controlado un total de 121 vuelos con cerca de 68.000 consultas realizadas a las bases de datos de Interpol.