En parada cardíaca, con hipoxia (deficiencia de oxígeno en la sangre, células y tejidos del organismo) y daño cerebral. Ese fue el cuadro clínico con el que ingresó un bebé de cinco meses en la uci del hospital Materno Infantil de Zaragoza cuya gravedad no pudo superar y acabó falleciendo. Sus padres fueron detenidos.

Los hechos que investiga el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón tuvieron lugar hace un mes, si bien el caso no había trascendido hasta ahora por encontrarse bajo secreto de sumario a la espera de una serie de diligencias e informes que serán remitidos al Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza, que es el que dirige las pesquisas. Según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, la voz de alarma la dieron los sanitarios del centro hospitalario cuando comprobaron que las lesiones que presentaba la víctima contrastaban con su historial de bebé sano y con las explicaciones que la pareja estaba dando sobre lo que había ocurrido. Ante tales circunstancias, tal y como marca el protocolo, los médicos emitieron un parte al juzgado que rápidamente activó al Cuerpo Nacional de Policía.

El arresto de la pareja, vecina del zaragozano barrio de Las Fuentes y de origen paquistaní, se produjo cuando los agentes certificaron que hace cinco años perdieron a una niña cuando esta tenía 11 meses. A ello se añadió que la principal hipótesis que barajan es que el menor hubiera sufrido el conocido como síndrome del bebé zarandeado o sacudido. Una de las formas de maltrato infantil más habituales que, según estudios científicos, un 10% de los niños que lo sufren fallece y el 50% de los supervivientes puede desarrollar epilepsia, problemas visuales graves, retraso mental o parálisis cerebral.

Homicidios arrestó a la madre, de 30 años, como supuesta autora de un delito de asesinato en grado de tentativa, mientras que al padre, de 39 años, se le imputó un delito de lesiones graves en el marco de los malos tratos en el ámbito familiar. Una detención que se produjo en el mismo centro hospitalario. Ambos fueron puestos a disposición judicial, cuya jueza de guardia acordó el ingreso en prisión de la madre. Lugar en el que se encuentra en la actualidad. Él quedó en libertad.

La pareja tiene otros dos niños más que en estos momentos están bajo la custodia de la abuela materna. Los Servicios Sociales del Gobierno de Aragón están supervisando a los menores.

No es la única investigación por la muerte violenta de un bebé que el Grupo de Homicidios tiene abierta en estos momentos. A principios de año detuvieron a Vanesa M. P. y a Cristian L. V., por el asesinato de su hija de 2 años en el zaragozano barrio del Picarral. La menor sufrió una muerte "lenta y agónica", según una autopsia que reveló el maltrato físico al que fue sometida la menor no solo aquella tarde-noche del 21 de enero, sino en días anteriores. Posteriormente descubrió la Policía Nacional que los parricidas se enviaban fotos de las palizas a la pequeña Laia. Descubrieron varios "castigos" en los móviles de los padres detenidos en los que no solo se veían agresiones, sino que le echaban pimienta en la boca y la colgaban de un clavo en la pared.

Ese mismo mes fueron detenidos los padres de una bebé de dos meses en Zaragoza que ingresó en el Materno Infantil con múltiples fracturas de huesos. En concreto, presentaba cinco fracturas óseas en las extremidades inferiores, una fractura subaguda en la clavícula derecha y dudosas fracturas en la quinta y séptima del arco costal. Asimismo, añadieron como "posible" una lesión antigua en la cabeza. Ellos negaron el maltrato y lo achacaron a un masaje intestinal.