Un hombre fue condenado ayer a un año y medio de cárcel por utilizar decenas de recetas falsas para comprar medicamentos ansiolíticos en diversas farmacias de Palma. El acusado admitió ayer en dos juicios diferentes que consiguió en internet recetas en blanco o ya con membretes oficiales, y falseó después las firmas de los médicos. En las vistas se declaró autor de delitos de falsedad documental, con la agravante de reincidencia y la atenuante de drogadicción.

El acusado actuó en dos periodos diferentes. El primero, entre febrero de 2016 y marzo de 2018, cuando llevó a cabo decenas de compras de dos medicamentos diferentes utilizando los documentos fraudulentos. Cuando fue detenido tenía un sello de fabricación artesanal con el nombre de un médico. Los investigadores lograron recuperar 101 recetas falsificadas.

En febrero de 2020 se presentó de nuevo en una farmacia de Palma y presentó otra receta que había manipulado.