La Guardia Civil arrestó este fin de semana a dos miembros del clan de los Torres por increpar y golpear con una barra de hierro a una mujer delante de la oficina donde trabaja, en Cala Rajada. Se trata de la misma familia que el pasado 2 de abril protagonizó un grave altercado en la localidad, en el que agredieron a un agente de la Policía Local. Los dos detenidos fueron puestos ayer a disposición del juzgado de guardia de Manacor, que les dejó libres pero con una orden que les prohíbe acercarse a menos de 500 metros de las víctimas.

La agresión del viernes es consecuencia de una antigua enemistad entre los Torres y una familia que también residía en Cala Rajada. En el verano de 2019 uno de los miembros del clan se peleó con un hombre. Tras este incidente, este vecino y su familia tuvieron que irse de Mallorca después de recibir amenazas.

En Cala Rajada ha seguido residiendo una mujer, que había sido la pareja del hombre que se había marchado. El pasado viernes varios miembros de los Torres se presentaron en la oficina donde trabaja esta mujer, en la calle des Coconar de la localidad. Allí le preguntaron dónde estaba su expareja y le insistieron en que le llamara. La mujer les pidió que se marcharan, pero ellos esperaron en la calle hasta que terminó su jornada. Fue entonces, sobre las dos de la tarde, cuando un hombre y una mujer de los Torres la atacaron. La víctima recibió varios golpes con una piedra y una barra de hierro.

Parte de la escena fue grabada en vídeo. En las imágenes se aprecia cómo la víctima sujeta la barra de hierro que lleva el hombre, en un intento de evitar que le pegue. El individuo le propina varias patadas hasta que la obliga a soltarla. Entonces aparece un joven, familiar de la víctima, que se interpone. El agresor hace ademán de pegarle también con la barra, pero finalmente se alejan juntos.

La mujer sufrió varias lesiones y la Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor arrestó a la pareja de presuntos agresores el pasado domingo. Ayer fueron puestos a disposición judicial. El titular del juzgado les dejó en libertad con cargos, pero les impuso una orden de alejamiento que les prohíbe acercarse a menos de quinientos metros de la víctima y de tres de sus familiares.

Otros miembros del mismo clan de los Torres protagonizaron un grave altercado en Cala Rajada el pasado 2 de abril, cuando amenazaron a los empleados de un hotel que se habían quejado del ruido de una fiesta, y agredieron a un agente de la Policía Local de Capdepera que acudió al lugar. Aquella agresión también fue grabada en vídeo.