Unos estafadores hackearon una cuenta bancaria de una empresa de Palma para tratar de desviar a la suya el pago de 350.000 euros, en concepto de reparación de una embarcación mercantil. La Policía Nacional, en colaboración con Interpol, ha logrado localizar la suma defraudada y bloquearla antes de que fuera a parar a las manos de los delincuentes. Los investigadores han devuelto el dinero a los pagadores y las pesquisas continúan para tratar de detener a los malhechores.

La investigación policial se inició el pasado mes de junio después de recibir en Palma tres denuncias de los perjudicados. Los afectados hicieron constar de que les había desaparecido una suma de 350.000 euros con la que pretendían hacer frente al pago de la reparación y puesta a punto de una embarcación mercantil.

Investigadores del Grupo de Delincuencia Económica y Delitos tecnológicos de la Jefatura Superior de Balears se hicieron cargo del caso. Todos los indicios recabados apuntaban a que se encontraban a que se encontraban ante un nuevo acto delictivo del denominado fraude del CEO.

Los afectados llegaron a un acuerdo con la empresa a la que se le había encomendado la reparación y puesta a punto de la embarcación a través de correo electrónico. En estos mensajes también se acordó la forma de pago y la cuantía que debían abonar. Los delincuentes consiguieron interceptar y hackear estas comunicaciones. A partir de este momento, suplantaron la identidad de la entidad destinataria del dinero y colocaron su propia cuenta corriente en lugar de la que poseía la firma que iba a efectuar los trabajos.

Los pagadores no se percataron del engaño hasta que era tarde. Una vez que habían efectuado el pago a la que creían que era empresa que iba a efectuar la reparación y el dinero no llegaba a su destino se percataron de que acababan de ser víctimas de una estafa.

Al estar involucrados diversos países en la denuncia interpuesta por los afectados, los investigadores de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional de Balears se pusieron en contacto con Interpol. Los agentes actuaron con celeridad para tratar de bloquear los 350.000 euros que habían desaparecido en ese pago. A continuación se tramitó una orden europea de investigación para inmovilizar esa suma y obtener toda la información en torno a esta manipulación para desviar el dinero.

La rápida actuación policial dio sus frutos para impedir que el dinero llegara a las manos de los estafadores. Estos fondos se encontraban aún depositados en la cuenta en la que se había perpetrado el fraude. A continuación, los 350.000 euros fueron retrocedidos y devueltos a la empresa que había encargado los trabajos. De esta manera pudieron recuperar esta suma que habían perdido por medio de un engaño a través de internet.

Para evitar esta esta estafa, en particular el fraude del CEO, la Policía recomienda hacer una doble verificación antes de efectuar el pago. Así, los investigadores instan a las víctimas potenciales a que llamen por teléfono al destinatario del dinero para que les confirme el cambio de número de cuenta al que se ha de enviar el dinero. Solo con esto se podría enviar una gran cantidad de ciberestafas de este tipo.