La Fundación Natura Parc devolvió ayer, por requerimiento judicial, más de cien tortugas muertas de especies exóticas que fueron intervenidas por la Guardia Civil al propietario de un criadero de Mallorca, acusado de tráfico de animales protegidos.

En la operación, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) se incautó en 2018 de más de mil ejemplares de quelonios, la mayoría de especies exóticas, durante una investigación por un presunto delito de tráfico de animales protegidos. Los ejemplares fueron entregados en depósito a Natura Park, que se ha encargado de su cuidado. Los propietarios han reclamado al juzgado que se les entregue los restos del centenar de tortugas que han muerto durante este periodo, y que Natura Parc ha mantenido congelados. Desde Natura Parc destacan el esfuerzo realizado durante todos estos años para el cuidado de estos animales, muy vulnerables.

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