El fenómeno de la prostitución de menores fugadas de centros de acogida de Palma fue denunciado en exclusiva por Diario de Mallorca en su edición del 12 de enero de 2020: «Decenas de niñas que se escapan de centros de protección se prostituyen en Palma», rezaba el titular. La investigación periodística había surgido a raíz de la detención de un adultos y cinco menores por violar en grupo unos días antes en un domicilio de la barriada palmesana de Corea a una niña de trece años que se había escapado de uno de estos centros. En su declaración ante la Policía la menor había manifestado que antes de sufrir la agresión había estado en un bar donde varios adultos le habían ofrecido dinero a cambio de mantener relaciones sexuales.
Diario de Mallorca se entrevistó durante los días siguientes con varios agentes policiales especializados en asuntos de menores y trabajadores de centros de acogida, que revelaron lo que hasta entonces era un secreto a voces: eran decenas las niñas acogidas que se fugaban de forma habitual, y durante sus escapadas mantenían relaciones sexuales con adultos a cambio de dinero y regalos. Una práctica tan extendida que había llegado a ser «normalizada» por las menores.
Los responsables del Institut d’Afers Socials del Consell de Mallorca pasaron de negar esta situación a admitirla con la boca pequeña, reduciendo el número de víctimas a dieciséis. La repercusión social llevó al fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló, a encargar una investigación sobre estos hechos. Unas diligencias que fueron archivadas diez meses después al no hallar indicios de la existencia de una red organizada de prostitución de menores. «Son casos aislados», dijo Barceló.
