Ocho miembros de un clan de Son Banya serán juzgados la semana que viene por vender cocaína y hachís en varias viviendas del poblado. La fiscalía les imputa delitos de grupo criminal y contra la salud pública y reclama para ellos penas de entre cinco y siete años y medio de cárcel. Varios de los acusados ya han sido condenados por narcotráfico, por lo que el ministerio público aprecia la agravante de reincidencia.

Según la acusación, los ocho procesados se dedicaron en los primeros meses de 2019 a distribuir estupefacientes en cuatro puntos de venta del poblado, un bar y tres viviendas y sus anexos. La Policía Nacional, tras semanas de investigación, llevó a cabo una operación contra el clan en abril de aquel año.