La brutal paliza que sufrió el joven turista holandés Carlo Heuvelman la madrugada del pasado 14 de julio entre los Balnearios 1 y 2 de s’Arenal, que le costó la vida días después, pudo no ser la única que protagonizó el grupo de nueve jóvenes neerlandeses, cuyo número total podría ascender trece. Una semana después de producirse los hechos, dos jóvenes compatriotas denunciaron do a las autoridades holandesas haber sufrido una brutal paliza propinada por chicos de su país. Falta determinar si se trató de la misma banda. Tanto en un caso como en otro no medió provocación alguna. Esto derivó con la apertura de una investigación en Holanda el pasado 22 de julio.
«Los dos sufrieron heridas graves», precisó la Fiscalía holandesa en alusión a las lesiones que presentaban estos últimos denunciantes. Aunque coincidía la hora y el lugar, aún no se ha determinado que los autores de la paliza fueran los mismos que propinaron patadas en la cabeza al joven turista de 27 años, que le cuasaron graves lesiones cerebrales y cuatro días después, falleció en la UCI del hospital Son Espases.
No obstante, en ambos casos había un mismo patrón de comportamiento. No medió provocación alguna y desplegaron una gran violencia gratuita. «Es posible atribuirlo al mismo grupo de holandeses», reconoció una portavoz del Ministerio Público neerlandés en declaraciones al diario holandés De Telegraaf.
La cruel e inexplicable muerte de Carlo Heuvelman ha causado una profunda conmoción en Países Bajos. Desde un primer momento, había un clamor en Holanda para que los agresores fuera juzgados y, en caso de ser condenados, encarcelados en Mallorca. La inhibición del juez palmesano en favor de las autoridades holandesas fue interpretada como una suerte de impunidad para minimizar la condena.
La investigación la iniciaron agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. De hecho, uno de los presuntos agresores fue detenido en el Aeropuerto de Palma cuando se disponía a embarcar con destino a su país. Al devolver las llaves de la casa de la Villa donde se habían alojado se retrasó algo más. Sus ocho acompañantes se adelantaron. No obstante, los investigadores identificaron a todos ellos y tomaron declaración a numerosos testigos presenciales.
Hasta la inhibición del Juzgado de Instrucción número nueve de Palma, que inició las diligencias, la principal hipótesis que se contemplaba era que se emitiera una orden europea de detención y entrega para que fueran juzgados en Mallorca. También se barajó que una comisión rogatoria policial se desplazara a Países Bajos para detenerlos y traerlos de vuelta a la isla para que fuera juzgados.
Sin embargo, a raíz de este inhibición del juez palmesano, todo el sumario ha quedado en manos de la Fiscalía holandesa. Se da la circunstancia de que dos de los sospechosos se habían presentabado días antes a las autoridades holandesas.
Suspicacias
Las suspicacias en Países Bajos hacia un supuesto trato de favor a los presuntos participantes en la paliza mortal a Carlo Heuvelman y, supuestamente, hacia otros jóvenes holandeses la madrugada del pasado 14 de julio también radica en que su procedencia es de dos de las zonas más acomodadas de la Holanda septentrional: Hilversun y Bussum. Por el contrario la víctima mortal era un joven trabajador de la mucho más humilde localidad meridional de Waddinxveen.
A la hora de retomar la investigación, la Fiscalía holandesa ha hecho un llamamiento para que toda aquella personas que tenga vídeos o imágenes de la agresión la madrugada del pasado 14 de julio en s’Arenal. También se solicita a los posibles testigos para que se pongan en contacto con la Policía holandesa.
