Un joven fue condenado ayer a dos años y medio de prisión por causar un accidente de tráfico en el que murió su hermano y una chica resultó herida grave cuando conducía ebrio, drogado y en dirección contraria por la autopista de Inca. El acusado se declaró autor de delitos de homicidio y lesiones imprudentes y conducción temeraria y bajo la influencia del alcohol y las drogas tras alcanzar un acuerdo de conformidad con la fiscalía, que reclamaba inicialmente cuatro años de prisión. El condenado tiene previsto solicitar la suspensión de la pena para no cumplirla en el juzgado encargado de ejecutarla.

El accidente ocurrió poco después de las tres de la madrugada del 27 de enero de 2018. El acusado, que tenía 20 años, iba al volante de un Volkswagen Golf sin seguro obligatorio con su hermano de 18 años como copiloto. Estaba ebrio y había consumido ansiolíticos. Entró en la autopista de Inca en dirección contraria a la altura de la salida hacia Binissalem y Alaró y recorrió así cinco kilómetros en dirección a Palma.

En su recorrido kamikaze estuvo a punto de chocar con dos coches, cuyos conductores advirtieron su presencia y pudieron esquivarle. Sin embargo, una joven de 20 años que conducía un Seat Altea y realizaba en ese momento un adelantamiento no pudo apartarse a tiempo y los dos vehículos chocaron de frente a gran velocidad en el kilómetro 11,6 de la autopista, cerca de Santa Maria.

El impacto fue brutal y los dos coches quedaron destrozados. Los servicios de emergencias se movilizaron enseguida y al lugar acudieron varias ambulancias, dotaciones de bomberos y agentes de la guardia Civil.

Los tres ocupantes de los coches tuvieron que ser rescatados. El acusado y la otra conductora, una joven de sa Pobla, habían sufrido lesiones muy graves y fueron trasladados de urgencia a Son Espases. Peor suerte corrió el hermano del acusado, que murió en el lugar del siniestro a consecuencia de las gravísimas lesiones sufridas.

La Guardia Civil abrió una investigación y solicitó, con autorización judicial, que se realizara en el hospital una analítica de sangre del procesado. La prueba reveló que su tasa de alcohol era cuatro veces superior a la máxima permitida y que además había tomado benzodiacepinas.

La fiscalía le imputó cuatro delitos y reclamó para él cuatro años de prisión. Ayer la abogada defensora alcanzó un acuerdo de conformidad con el ministerio público y finalmente el acusado aceptó una condena de dos años y medio de prisión por homicidio y lesiones imprudentes, conducción temeraria y bajo la influencia de bebidas alcohólicas y sustancias estupefacientes, todos ellos en concurso. Además, se le retira el carné de conducir durante tres años y medio, por lo que perderá su vigencia y deberá volver a examinarse.

Varios bomberos, junto al vehículo que conducía el acusado. | @BOMBERSDEPALMA

El acusado se mostró conforme con los hechos y acató la pena, pero aseguró que no había tomado drogas aquel día. La magistrada dictó sentencia en el mismo acto y el fallo ya es firme. El condenado tiene previsto solicitar la suspensión de la pena para no ingresar en prisión cuando el juzgado de lo penal encargado de ejecutar el fallo, le requiera para ello.