«Había un muro de fuego y de una bombona de butano salía un chorro, como un lanzallamas, era horroroso». Un vecino de la calle Sant Ignasi describía así el incendio que el jueves por la mañana arrasó una vivienda ubicada en una planta baja, en la barriada palmesana de La Soledat. En la casa vivían tres personas y varios animales. Un hombre de 43 años sufrió quemaduras graves, mientras que su prima, de 57, fue atendida con lesiones menos graves y una crisis de ansiedad y la hija de ella salió ilesa. En el incendio murieron un perro y un gato.
El fuego se declaró a las diez y cuarto de la mañana, en el interior del número 15 de la calle Sant Ignasi, una planta baja en la que residía una familia formada por dos primos -Javier, de 43 años, y María, de 57- y la hija de ella -Esperanza, de unos 20-, junto a varios perros y gatos.
Los primeros indicios apuntaban a que el origen pudo estar en un brasero, que fue tumbado por uno de los animales y que prendió rápidamente en los muebles.
«De pronto oí unos gritos ¡Javi, Javi! Era ella que llamaba a su primo», explicaba una vecina que vive en la casa de al lado. Otro de los vecinos saltó por el patio trasero y ayudó a salir a las mujeres, pero no pudo auxiliar al hombre, que estaba en el interior de la casa. «Era imposible entrar, había como un muro de fuego y de la bombona de butano salía un chorro, como un lanzallamas», contaba este vecino. Las dos mujeres pudieron escapar por la terraza, mientras que el hombre salió por la puerta principal a la calle, aunque con graves quemaduras en la cara y las manos.
Al lugar acudieron con urgencia varias dotaciones de los Bombers y la Policía de Palma, así como dos ambulancias del 061.
Mientras los equipos de extinción sofocaban el incendio, los inquilinos de la vivienda eran atendidos por los sanitarios. El hombre sufría quemaduras de segundo grado en la cara y las manos, y fue ingresado en la UCI del hospital de Son Espases. Su prima tenía lesiones menos graves y una crisis de ansiedad. La otra residente, hija de la mujer, salió ilesa.
Tras sofocar las llamas los bomberos encontraron en el interior de la casa un perro y un gato muertos. Otro perro sobrevivió al fuego. El interior del inmueble quedó totalmente arrasado e inhabitable a causa del incendio.
Ayer viernes se produjo otro fuego en la cocina de un domicilio de la calle George Orwell, en la barriada de Son Oliva, en Palma. La residente, una mujer de 44 años, tuvo que ser hospitalizada al sufrir una intoxicación por inhalación de humo.
El fuego se declaró sobre las tres menos cuarto de la madrugada. Una vecina de la finca dio la alerta al ver las llamas que salían por la ventana. Los bomberos sofocaron el incendio y una ambulancia trasladó a la mujer.
