Diez años después, la muerte de Martina Rossi al caer del sexto piso de un hotel de Palma sigue coleando en los tribunales italianos. Dos jóvenes serán juzgados en los próximos meses por mentir a los investigadores de su país sobre lo ocurrido aquella noche de agosto de 2011 en el hotel Santa Ana de Cala Major, donde todos los implicados se alojaban durante sus vacaciones en Mallorca. Los procesados habrían ofrecido datos falsos a los agentes para proteger a los principales acusados, dos amigos suyos que fueron condenados a seis años de cárcel por causar la muerte de Rossi en un intento de violación. Un tribunal de apelación los absolvió después, pero la fiscalía y la familia de Rossi han recurrido la decisión.

El proceso judicial contra los dos chicos acusados de falso testimonio es una ramificación de la causa principal que las autoridades italianas abrieron en 2012 sobre la muerte de Rossi, después de que un juzgado de Palma archivara el caso como un suicidio en base a la investigación de la Policía Nacional. En sus pesquisas, los Carabinieri -el cuerpo policial italiano que revisó el caso- detectaron diversas contradicciones en el testimonio de los dos amigos de los sospechosos. Mientras en sus primeras declaraciones afirmaron que la víctima había caído al vacío de forma accidental, luego señalaron que se tiró voluntariamente. Un cambio que coincidía con la versión que mantuvieron sus dos amigos ante los investigadores. Además, los agentes interceptaron algunas conversaciones en las que los sospechosos se congratulaban de haber «engañado a la Policía».

Los procesos contra los acusados de la muerte de la joven y los supuestos encubridores siguen abiertos

El proceso contra los acusados de falso testimonio quedó paralizado a la espera de que se resolviera la causa contra los dos procesados por la muerte. En diciembre de 2018, un tribunal italiano condenó a Luca V. y Alessandro A. a sendas penas de seis años de prisión por su participación directa en la muerte de Rossi. La sentencia declaró probado que los dos jóvenes estaban con ella en una habitación del hotel Santa Ana de Palma en la madrugada del 3 de agosto de 2011. Intentaron forzarla a mantener relaciones sexuales y la chica, en un intento desesperado de evitar la violación, trató de escapar por el balcón y cayó al vació. El fallo declaró a Luca V. y Alessandro A. autores de un delito de intento de agresión en sexual en grupo y otro de homicidio como consecuencia de otro delito. Sus abogados presentaron un recurso y un tribunal de apelación los absolvió meses después. Consideró que el homicidio estaba prescrito y que no había pruebas suficientes sobre el intento de violación.

Dos procesos pendientes

Las dos causas judiciales siguen a la espera de una resolución definitiva. La fiscalía y el abogado de los padres de Rossi han recurrido la absolución de los dos acusados y el próximo 21 de enero está previsto que se celebre una vista en una corte de apelación.

Por otra parte, los dos jóvenes imputados por haber engañado a los policías para encubrir a sus amigos serán juzgados el próximo mes de marzo. Están acusados de un delito de falso testimonio, penado con hasta cuatro años de prisión en Italia.

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Martina Rossi murió a primera hora de la mañana del 3 de agosto de 2011 al caer al vacío desde la sexta planta del hotel Santa Ana, en Cala Major. La Policía Nacional y un juzgado de Palma llegaron a la conclusión de que se trataba de un suicidio y cerraron el caso. La familia de la víctima, sin embargo, impulsó una investigación en su país y logró que la fiscalía italiana iniciara sus propias pesquisas.

Martina Rossi.