Los accesos al poblado de Son Banya se han convertido en una suerte de embudo. Las entradas y salidas del asentamiento se controlan escrupulosamente a través de un exhaustivo control policial. El origen de esta tensión entre los residentes en el conflictivo asentamiento y la Policía es la agresión multitudinaria a dos agentes que acudieron el domingo por la tarde a realizar una detención.

«La Policía que haga su trabajo. Nosotros no vamos a entregar a nadie», señaló ayer categórico Antonio Amaya, «alcalde» de Son Banya. Sus afirmaciones son respaldadas por su primo Juan Amaya, Andrés y Francisco, en representación del poblado.

«Nosotros no vamos a impedir el paso a la Policía ni a nadie aquí. Si tienen que detener a alguien que lo hagan, pero no vamos a hacer nosotros su trabajo», abundó el alcalde de Son Banya en declaraciones a DIARIO de MALLORCA.

«La Policía que haga su trabajo, no vamos a entregar a nadie»

Este particular sanedrín del poblado también lamentó ayer una supuesta agresión policial sufrida el domingo por un menor. Esta se habría producido cuando los agentes se vieron rodeados al intentar practicar la detención.

Desde entonces, un filtro conjunto de Policía Nacional y de Policía Local controla los accesos al asentamiento. El objetivo de este dispositivo es localizar al fugitivo y forzarle a que se entregue.

«La Policía nos dijo que íbamos a pagar justos por pecadores. Nosotros les decimos que hagan su trabajo. Estamos aquí encerrados sin poder entrar ni salir», insistió Juan Amaya.

Mientras tanto, la atmósfera en Son Banya se ha tornado más irrespirable con la pandemia de la covid-19. Montañas de basuras y coches desguazados reciben a toda aquella persona que osa adentrarse en el poblado.

«Nos dijeron que íbamos a pagar justos por pecadores. Estamos encerrados y no podemos entrar ni salir»

«Lo estamos pasando muy mal. Aquí no hay comida ni hay nada», recalcó Antonio Amaya. El «alcalde» de Son Banya hizo especial hincapié en la situación de extrema pobreza de muchas familias que malviven en el asentamiento considerado otrora el ‘supermercado de la droga’.

La mayor parte de las quejas de la cabeza visible del poblado van dirigidas hacia el Ayuntamiento de Palma. A la falta de comida en muchas casas, se une la escasa de higiene. «Tienen que traer un camión grande y retirar la basura y limpiar todas las calles», aseveró Antonio Amaya.

Identificados los que atacaron a los policías

La Policía Nacional tiene identificados a los vecinos de Son Banya que el domingo por la tarde atacaron a varios policías que habían detenido a un delincuente, José F.T., alias Chenchito, uno de los nietos de la Paca que está reclamado por un juzgado. Los investigadores prosiguen con las gestiones para arrestar a los responsables . En el incidente resultaron heridos dos agentes. Uno de ellos recibió un mordisco en el brazo por parte del detenido, que consiguió escapar, y al otro le pegaron puñetazos en la cara. Fuentes policiales mantienen que el poblado de Son Banya no está cerrado, sino que se mantienen los controles aleatorios que se realizan habitualmente para combatir la delincuencia, en especial el tráfico de drogas.