El nuevo jefe superior de Policía de Balears, Gonzalo Espino, ha conminado a abandonar sus puestos a los dos inspectores responsables de la Unidad de Familia y Menor (UFAM) de la Policía Nacional, al no advertir del peligro que suponía la denuncia de Sacramento Roca, Sacri, unos días antes de ser asesinada. Al tener un expediente informativo abierto, los mandos no han podido ser destituidos formalmente. No obstante, se les ha instado a abandonar el servicio. De hecho, la actual jefa de prensa y antigua encargada de la Unidad de Violencia contra la mujer de la Delegación del Gobierno en Balears, Janka Jurikiewicz, se espera que tome las riendas del servicio la próxima semana.

Las numerosas irregularidades detectadas en la tramitación de la denuncia interpuesta por Sacri ante la Policía Nacional unos días antes de ser asesinada por su expareja, Rafael Pantoja, han provocado que la cúpula de la UFAM salte por los aires. Los agentes intervinientes trataron el pinchazo de las ruedas del coche de la víctima como un supuesto delito de daños intencionados, pese a que la víctima hizo alusión al clima de acoso que padecía a manos de su expareja y señaló a Pantoja como su presunto autor. Al llegar el caso a un juzgado ordinario, este lo derivó al juzgado de violencia contra la mujer, ante los claros indicios de que podría tratarse de violencia de género.

El caso llegó a las dependencias del Juzgado de violencia contra la mujer el jueves 15 de noviembre. Sobre las cinco menos cuarto del viernes 16 de noviembre, Rafale Pantoja irrumpió en el establecimiento Conforama de la calle Aragón de Palma, abordó a Sacri por la espalda mientras estaba trabajando de cajera y le asestó 11 cuchilladas con un cuchillo de monte. De estas, seis eran mortales.

El entorno de Sacri ya hizo constar entonces que la víctima venía siendo acosada por su expareja desde que ella decidió poner fin a la relación. Los inspectores ahora apartados del servicio de la UFAM y con un expediente informativo abierto no habrían valorado estos antecedentes de la víctima ni el inminente peligro en el que estaba después de que ella acudiera a denunciar a su expareja por pincharle las ruedas.

La Unidad de Familia y Menor de la Policía Nacional en Balears hace un seguimiento cada año de más de 700 mujeres en las islas en función del nivel de peligrosidad, previamente establecido. Anualmente gestiona cientos de denuncisa de violencia de género.