La Audiencia de Palma condenó ayer a 15 años de prisión a Zouhair R. por el asesinato de Nuria Orol, ocurrido el 24 de octubre de 2011 en la casa de la joven, en el Puerto de Andratx, donde la estranguló y asestó dos puñaladas.

De esta forma atiendía a la solicitud de pena de la defensa y es un año inferior a la que habían pedido la Fiscalía y acusación particular.

Además, el condenado deberá indemnizar a cada uno de los dos hijos menores de la víctima con 60.000 euros y a la madre de la fallecida con otros 12.000 euros, como había solicitado el Ministerio Fiscal, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB).

El tribunal también le condena a asumir las costas del juicio, incluidas las de la acusación particular, que ejercía la familia de la asesinada.

El fallo fija dicha pena para el acusado que había sido declarado culpable por el jurado el pasado viernes, dos días después del final del juicio.

El veredicto del jurado confirmó la tesis del asesinato mantenida durante el juicio por la fiscal Mercedes Carrascón, de que el acusado estranguló y apuñaló a la víctima, pero descartó que en los hechos concurriera la agravante de parentesco, por lo que la Fiscalía rebajó la petición de cárcel de 20 a 16 años de prisión.

El magistrado presidente del tribunal del jurado de este juicio declara probado que el acusado y la víctima mantenían desde mediados de septiembre de 2011 una incipiente relación de pareja que carecía de estabilidad y permanencia por cuanto el primero seguía compartiendo su piso con otra persona.

Añade que alrededor de las cuatro de la madrugada del 24 de octubre de 2011 el acusado se desplazó a la vivienda de Nuria Orol tras salir momentos antes de un bar y realizar veintidós llamadas de teléfono a la joven, que no ella no atendió.

La sentencia relata que el acusado entró en la vivienda y con intención de matarla se abalanzó sobre ella asiéndola del cuello con las manos, lo que provocó que la víctima cayera al suelo, donde le asestó dos puñaladas en el tórax con un arma blanca.

Un hermano de Nuria Orol llamó al acusado en la tarde de ese día para saber de ella ya que no contestaba a sus llamadas.

Para buscarse una coartada el acusado realizó una llamada al teléfono de su víctima, explica el magistrado en la sentencia.